Inscripciones en línea, un nuevo calvario en tiempos del Covid

Como cada inicio del ciclo escolar, el condicionamiento de espacios a cambio de las conocidas cuotas escolares, bajo el criterio de ‘aportaciones voluntarias,’ genera un duro golpe a la economía de las familias quintanarroenses. Tan sólo en la entidad se recaudan más de 50 millones de pesos por medio de este concepto. Aunque no se sabe a ciencia cierta, porque estos recursos extraordinarios se manejan sin ninguna transparencia de la directiva de los planteles y las asociaciones de padres de familia. Se trata entonces de un millonario negocio que no quieren soltar, y la razón por la que muchas personas hacen todo lo posible por mantenerse en la presidencia de las asociaciones de padres de familia. Pese a esto, algunas familias conseguían -siempre con muchísima presión y con el riesgo de un cambio de turno o posibles represalias- inscribir a sus hijos sin necesidad de cubrir dicha cuota. Este año, con la contingencia sanitaria imposibilitando el contacto con las autoridades en pos de la interacción con portales web, cubrir la ‘aportación’ se volvió prácticamente obligatorio, pues el sistema en línea no permitía concluir el proceso de inscripción si no se cubría el monto requerido. Eso, claro, si antes el sistema no se ‘caía’ o el padre de familia se quedaba sin internet. Las autoridades educativas no tuvieron consideración con cientos de familias afectadas por la crisis económica, pese a que las escuelas no sufrirán desgaste ni erogarán mucho en pago de servicios (como la luz y el agua), pues las clases serán en línea en lo que resta de este año y, muy probablemente, en el siguiente.

Javier Ramírez

En las escuelas públicas de Quintana Roo cada año se recaudan más de 50 millones de pesos a través de las famosas ‘cuotas voluntarias’ que administran generalmente las sociedades de padres de familia y directivos supuestamente para apoyar en los gastos del mantenimiento de los planteles. Sin embargo, la mayoría de esos recursos son manejados de manera discrecional en beneficio personal.

Entre agosto y septiembre de cada año, época de las inscripciones escolares, surgían todos los días y en todos los medios las denuncias respecto a que se condicionaba la inscripción de los alumnos con el pago de estas cuotas, que oscilan entre los 500 pesos en nivel preescolar, hasta los mil 100 pesos en nivel medio superior.

Este año, con la contingencia sanitaria obligando a manejar todo vía internet para evitar las aglomeraciones de alumnos y padres de familia, la situación fue aún peor.

Una tortura ‘online’

Alberto Cupul tuvo que iniciar el día muy temprano el pasado 17 de septiembre para completar las inscripciones de sus dos hijas, Adriana, quien pasó a tercer semestre en el CBTIS 214, y Estefanía, quien fue admitida en el Cecati 141, ambos planteles de la capital del Estado.

Parecía un proceso rutinario y fácil, de acuerdo con las inscripciones dadas por las autoridades de ambas escuelas, pero al final fue todo menos eso.

Para empezar, la página en la que se efectuarían las inscripciones, https://sistema2019.net/NoEncontrado.html, fallaba constantemente, por lo que tuvo que estar buena parte de la mañana esperando que por fin pudiera comenzar el proceso. Fue en ese momento cuando se dio cuenta que la página requería el pago de una ‘aportación voluntaria’ de más de mil pesos, aparte del cobro de inscripción.

El año pasado, Alberto, quien trabaja como obrero en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado, donde gana menos de dos mil pesos quincenales, batalló personalmente con los directivos del 214 para no cubrir dicha cuota ‘voluntaria’. Esta vez eso sería imposible, pues, para empezar, las instalaciones de la escuela estaban vacías. Se vio entonces obligado a desembolsar ese dinero para poder concluir el proceso de inscripción de su mayor hija, no sin antes hacer fila dos horas afuera del banco.

En el caso de la hija menor el problema fue similar, aunque se le permitió enviar una carta en la que se comprometía a cubrir la cuota voluntaria en el transcurso del primer semestre.

Como Alberto, miles de padres y madres tuvieron que hacer sacrificios en solo dos días (porque en el caso de los alumnos de nuevo ingreso los resultados no salieron sino apenas tres días antes) para que sus hijos pudieran continuar sus estudios, aunque las clases no se llevarán a cabo en las escuelas sino en sus casas.

Improcedentes, cobros

De acuerdo con el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHeQROO), Marco Antonio Toh Euán, las “aportaciones voluntarias” son, como su nombre lo dice, de carácter voluntario, por lo que su falta de bajo de ninguna manera debe impedir que se preste el servicio al alumno. Por eso, exhortó a las autoridades de la Secretaría de Educación del Estado a estar atentos de los directivos de los planteles y siempre estar a favor de los niños y jóvenes.

Indicó que los padres de familia que consideren que sus derechos han sido violentados en este proceso de inscripción, pueden acudir ante la CDHeQROO para interponer la denuncia correspondiente. En ese sentido, dijo, el organismo que dirige se encargará de darle el seguimiento correspondiente ante el área jurídica de la SEQ.

SEQ se lava las manos

Por su parte, la titular de la SEQ, Ana Isabel Vásquez Jiménez, aseguró que la ‘aportación voluntaria’ es convocada por las sociedades de padres de familia, pero que nunca han sido ni serán condicionantes al momento de las inscripciones.

Y eso es cierto, salvo que, como se ha visto en muchos casos, los directivos y sociedades usan el concepto para dar prioridad o facilidades a quienes sí tienen los medios para cubrirlo. No son pocos los casos en los que advierten a los padres que, de no pagar la cuota, sus hijos podrían ser cambiados al turno vespertino.

Aun así las quejas de padres de familia inundaron las redes sociales, exhibiendo los mensajes amenazadores de los encargados de cada escuela: “o pagan su cuota, o su hijo no será tomado en cuenta en el regreso a clases de manera presencial”.

En los Colegios de Bachilleres, por ejemplo, los padres de familia deben pagar, por hijo, mil 800 pesos por concepto de cuota e inscripción. Si cada uno de estos colegios posee en promedio 450 alumnos, representa un ingreso extraordinario de 810 mil pesos, mismo del que no existe información acerca de en qué se gasta. 

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