Signos
En Cuba, las crisis energética y revolucionaria chocan con las mismas respuestas del vetusto inmovilismo dogmático de la nomenklatura y con el invencible bloqueo imperialista. Y la oscuridad de los apagones y los liderazgos comunistas cancela todas las salidas virtuosas posibles. Fidel fue todo. Y después del derrumbe soviético y del “Periodo especial” no se volteó a mirar a Rusia, China o Vietnam. Se optó por el continuismo económico y el ideologismo partidista represivo y promotor de toda suerte de vicios cupulares y rabiosos divisionismos políticos y sociales estimulados por los beneficiarios del exilio y pagados por la desesperanza y la desesperación popular. No hay más combustible ni luz ni aliados internacionales con potencial de auxilio sin ventajas de intercambio. Las conquistas revolucionarias de la educación, la ciencia y la cultura se perdieron entre la falta de expectativas de producción, de ingreso familiar, de mercado y de renta fiscal, sobre los horizontes intransitables y ominosos de la burocracia y el Partido. Oscurece. Como nunca jamás.
SM