“Lo que callamos las meseras” joven cuenta su historia de acoso que sufrió por culpa de un cliente. 

Una joven, de nombre Tania Oliva, denunció ser víctima de acoso por un comensal en un restaurante de Nuevo León.

La muchacha explica que estudia en la mañana la carrera de ingeniería, pero en las noches trabaja de medio tiempo en un restaurante local para pagar sus estudios y ayudar en el gasto familiar. Lamentablemente ser mesera ha provocado que sea acosada sexualmente en varias ocasiones.

“Es un restaurante familiar. Nunca visto en falda o blusa corta. Llevo hasta ropa holgada y pantalón para que ya no me digan nada. Pero hace unos días esto no impidió que un cliente me estuviera molestando en varias ocasiones, pidiendo primer mi número de teléfono, invitándome a salir, buscando un pretexto para agarrar mi mano o tocarme”, dijo la joven.

En un momento el sujeto le tomó de brazo y le exigió su whatsapp, a lo que ella respondió que no estaba interesada y que tenía novio. Inmediatamente fue a hablar con su gerente para que le cambien de mesa.

“Me escondí en la cocina un buen rato, esperando a que se fuera. Yo tenía miedo y pensaba en porqué me sentía culpable de esta situación. De repente entró mi compañero y mostró el ticket de pago de ese hombre”, citó la femenina, en entrevista para este portal digital, Informado Caribe.

En el recibo no dejó propina, pero sí una frase diciendo “que le dé propina el novio”.

“No me molestó que no haya dejado propina. Yo sé que no es obligatoria y aquí vienen muchas personas que así como dejan buena gratificación, otras no tienen más que para comer y se me hace injusto que paguen propina además. Lo que me enojó es que crean que nosotras tenemos que ceder a lo que ellos quieren. Chicos: si no te contestan el coqueteo, por favor no insistan. Es horrible”.

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