La última palabra
Por Jorge A. Martínez Lugo
- Roberto Poot, acusado de enriquecimiento en 14 años de cuotas sindicales y venta de plazas.
- Hacen un llamado a la gobernadora Mara Lezama y al presidente López Obrador, a respetar estatutos y garantizar democracia sindical.
Cristina Torres Gómez, responsable de la gobernanza y la política interna, no le está rindiendo buenas cuentas a su jefa Mara Lezama Espinosa y tampoco a la sociedad a la que se debe el gobierno, en cuanto al manejo de crisis en el Sindicato único de Trabajadores del Gobierno de Quintana Roo (Sutage).
El problema en el Sutage parece ser más político que laboral; un foco de mal humor social, alimentado por una década de ilegalidad y complicidad sindicato-gobiernos. Mal humor social que dificulta conectar al gobierno con la sociedad, a ocho meses de ejercicio y en víspera electoral.
Líderes sindicales de al menos seis corrientes internas piden: 1. destitución de Roberto Poot, 2. democracia sindical y 3. incremento salarial retroactivo a cuatro años, pero la secretaria estatal del Trabajo, Flor Ruiz Cosío, está rebasada, se lava las manos y no se percibe una política laboral de cuarta transformación; no hay diferencia entre ella y Catalina Portillo Navarro, su antecesora. Sus respuestas son iguales. Por eso los trabajadores marchan en las calles, se manifiestan y reclaman justicia.
ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Los trabajadores del gobierno del estado están entre la espada y la pared; por un lado, un líder enriquecido tras 14 años de perpetuarse en el poder y por otro lado, un patrón-gobierno que ha incumplido la ley al no otorgar incremento salarial en los últimos años. ¿Dónde está la legislación laboral de avanzada de López Obrador? En Quintana Roo no se ve con los trabajadores del ejecutivo estatal. ¿Van a transformar el sistema laboral o que todo siga igual?
La crisis está en la cancha de la política; Cristina Torres no puede o no quiere poner orden dentro de su propia casa. ¿Será que está cuidando demasiado sus intereses personales electorales? ¿Aunque ello estropee la percepción social hacia el nuevo gobierno 4T?
En resumen: la respuesta del actual gobierno de la 4T es la misma que la del gobierno anterior. Dejar hacer, dejar pasar… que siga Roberto Poot otros 14 años como cacique del Sutage…, ante la indiferencia del actual gobierno 4T que en este caso actúa igual que el de Roberto Borge (del que proviene la actual secretaria de Gobierno) y del mismo modo que actuó Carlos Joaquín.
Roberto Poot fue impuesto en 2009 en la dirigencia sindical por el entonces Oficial Mayor, Antonio Baduy Moscoso (integrante del Grupo Cozumel, inhabilitado en 2017 por 20 años por cargos de corrupción), a pesar de no cumplir Poot los requisitos, por exceso de faltas laborales a su centro de trabajo, por lo que desde un principio su dirigencia ha sido impugnada.
Roberto Poot, a cambio de manejar millonarios recursos de las cuotas sindicales que Sefiplan le sigue depositando religiosamente, a cambio de ello, es cómplice con el gobierno para no otorgar incrementos salariales en los últimos ejercicios fiscales, lo cual va en contra de la ley. Mientras, el foco de mal humor social persiste. Usted tiene la última palabra.