LONDRÉS.- La cantante irlandesa, Sinéad O’Connor, falleció a los 56 años, reportó el diario Irish Times. La intérprete irlandesa, conocida por el tema ‘Nothing compares to you’, grabó alrededor de 10 álbumes.
Posteriormente, su familia confirmó la noticia a través de un comunicado, en el que expresó: “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han pedido privacidad en este momento tan difícil.”
Después de romper en un programa de la televisión estadounidense la foto del papa Juan Pablo II en 1992, se ordenó sacerdotisa de una orden católica disidente en 1999, y en 2018 rechazó el cristianismo para convertirse al Islam, por lo que cambió su nombre a Shuhada’ Sadaqat.
Como cantante publicó un total de diez álbumes de estudio, pero nunca dejó de lado su papel de activista, abordando diferentes problemáticas como el abuso infantil, que dijo haber sufrido, los derechos de las mujeres o el racismo.
En enero de 2022 Sinéad informó que el cuerpo de su hijo Shane Lunny, de 17 años, había sido localizado en Wicklow, Irlanda. Posteriormente dio a conocer que el adolescente se había suicidado: “Ha decidido poner fin a su lucha terrenal”, escribió en su mensaje.
Días después del anuncio, O’Connor fue internada en un hospital psiquiátrico tras varias crisis de salud mental derivadas de la muerte de su hijo.
De acuerdo con una entrevista que Sinéad dio a la revista People en mayo de 2021, había sido diagnosticada con trastorno bipolar, estrés postraumático complejo y trastorno límite de la personalidad.
Sin embargo, en 2003 la intérprete ya había declarado públicamente que padecía depresión y trastorno bipolar.
En una entrevista con el comediante Tommy Tiernan, Sinéad confesó que además de sus diagnósticos de salud mental también había padecido algunos problemas físicos que habían afectado varios aspectos de su vida.
“Sufrí una histerectomía radical (con extirpación de útero, ovarios, cuello uterino, trompas de Falopio y tejido)”, reveló para su entrevistador.
Fuente: El Financiero/EITB