
TULUM.-David Ortiz Mena, empresario turístico y representante de la Asociación de Hoteles de Tulum y la Riviera Maya, hizo un llamado a las autoridades para implementar soluciones estructurales ante el creciente recale de sargazo en las costas de Quintana Roo, fenómeno que cada año impacta negativamente al turismo y al medio ambiente.
Entre las propuestas planteadas se encuentra la creación de un fondo estatal de atención a emergencias naturales, que se financiaría con recursos provenientes del impuesto a los cruceristas, uno de los sectores con mayor crecimiento en el Caribe Mexicano. La finalidad sería contar con recursos estables y suficientes para responder de manera efectiva y anticipada a los periodos de mayor recale de algas.
Ortiz Mena también insistió en la necesidad de establecer un fideicomiso independiente que asegure un manejo transparente y eficiente de los recursos recaudados a través de mecanismos como el Derecho de Saneamiento Ambiental y las contribuciones de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat). Criticó que actualmente estos fondos no se aplican de forma eficaz ni oportuna por los gobiernos municipales, lo que debilita la capacidad de respuesta ante la emergencia ambiental.
Desde 2021, la Asociación de Hoteles de Tulum y la Riviera Maya ha impulsado la creación de dicho fideicomiso, con respaldo del actual presidente municipal, Diego Castañón. Ortiz Mena subrayó que “confiamos en que este fideicomiso se concrete y entre en operación lo antes posible”, dado que su implementación podría marcar un cambio significativo en la gestión del sargazo.
Adicionalmente, el empresario solicitó que se establezcan sitios señalizados y cercanos a las playas para la disposición temporal del sargazo recolectado, con el objetivo de mantener limpias las zonas más visitadas por turistas. Recalcó que la limpieza debe ser constante y estratégica, y no depender únicamente de esfuerzos improvisados o de última hora.
Estas propuestas se suman a una creciente exigencia del sector privado para que el combate al sargazo deje de ser una labor reactiva y fragmentada, y se transforme en una política pública de largo plazo, con coordinación entre los tres niveles de gobierno y participación activa del sector turístico.