Gran expectación causó en Mahahual observar a una mujer de dos cabezas paseando por el malecón turístico de la comunidad, niños y grandes se sorprendieron por igual, pues las singulares mujeres atraparon la mirada de locales y turistas.
Se trata de las siamesas Abby y Britanny Hensel, que fueron captadas en una fotografía cuando recorrían la zona del malecón, mientras iban tomadas de la mano de un extranjero y acompañadas por lo que parece ser un guía de turistas.
Estas hermanas, originarias de Estados Unidos, se han vuelto famosas en el mundo entero a causa de su condición, quienes aprovecharon darse una escapada por las bellas playas de Mahahual, al sur de Quintana Roo.
El mundo conoció por primera vez a Abby y Britanny Hensel el 7 de marzo de 1990, en Minnesota, Estados Unidos. Ese fue el día de su nacimiento y por poco se convertía en el día de su muerte, o sus muertes.
Las gemelas Hensel nacieron con una condición congénita muy rara, ellas son siamesas bicéfalas, es decir, tienen dos cabezas, pero comparten un mismo cuerpo.
Al nacer los médicos no les daban muchas esperanzas de vida, dado que su pequeño cuerpo debía realizar un esfuerzo inconmensurable para suministrar la energía suficiente a las dos. Los especialistas recomendaron separarlas a costa de la muerte de una, en una intervención muy riesgosa y esperando que al menos una de ellas pudiera tener una vida “normal”.
No obstante, ambas podían morir en el procedimiento quirúrgico, por lo que su madre Patty Hensel se negó rotundamente.
La mamá eligió la vida de ambas antes de sufrir por el dolor de perder a una, a partir de ahí esperarían un milagro que finalmente se les concedió, pues las siamesas lograron librar su primer año de vida y entonces los médicos les dieron pronósticos muy favorables de vida.
Abby y Britanny tienen dos columnas unidas a una misma pelvis, es decir, que comparten su sistema reproductivo, así como el hígado, un intestino grueso y un intestino delgado.
Cada una tiene su corazón independiente, un brazo y una pierna. En su cuerpo además hay dos estómagos, dos espinas dorsales y tres pulmones.
En resumidas cuentas, el sistema excretor y reproductor es uno para ambas y el resto de las funciones es individual.
Lo que pintaba como una historia trágica terminó en final feliz, pues Abby y Britanny lograron adaptarse a la vida, tanto en lo social como en lo vital, por lo que en la actualidad ya cuentan con 31 años y tienen un título profesional de la Universidad de Bethel, con el cual ejercen la labor de maestras de matemáticas en una escuela local de Minnesota.