Rocha, el Mayo y los Gobernadores morenistas: ¿un pato ha dejado de parecerse a otro pato?

Signos

Decir que los Gobernadores no tienen tratos, directos o indirectos, con los jefes del ‘narco’ que operan impunemente en sus territorios gracias a ellos, es negar que los grupos criminales no compraban y controlaban a las Policías municipales y estatales en Tamaulipas desde los tiempos de Tomás Yarrington en dicho Estado (y aun desde antes, cuando Juan García Ábrego fundó el Cártel del Golfo, pero con mayor intensidad durante los periodos de Tomás Yarrington y sucesores, hasta hoy día) o de Leopoldo Sánchez Celis (socio del mexiquense Carlos Hank González y compadre y finalmente rival a muerte de Miguel Ángel Félix Gallardo, su exjefe de seguridad y patriarca de las grandes familias del ‘narco’ sinaloense y mexicano) y sucesores en Sinaloa, o del entonces coronel y luego general Jorge Carrillo Olea en Morelos y Manlio Fabio Beltrones en Sonora (según señalamientos de la DEA y medios entonces tan prestigiados como el New York Times, que denunciaron a los cuatro vientos sus nexos criminales cuando eran Gobernadores). Decir que el morenista y obradorista Gobernador Rubén Rocha Moya, de Sinaloa, es inocente respecto de las operaciones del ‘narco’ en su entidad y nada tiene que ver con las incriminaciones de uno de los mayores herederos de Félix Gallardo, como Ismael El Mayo Zambada, que asegura desde su prisión en Estados Unidos haber sido muy amigo del recién asesinado Héctor Cuén Ojeda, que fuera acérrimo enemigo político del Gobernador, y acusa a este de ese crimen y de su propia entrega -la del Mayo-, el mismo día, a la autoridad estadounidense, en sociedad con los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, es creer que todos los Gobernadores que suscriben la inocencia de su colega sinaloense y ‘gobiernan’ en entidades violentas y a merced de un narcoterror intocable y donde la autoridad, en su parálisis, se advierte más cómplice que adversaria, son tan inocentes y blancas palomas como el acusado por el Mayo de matar a Cuén. Porque dice el Mayo que el ahora muerto o desaparecido José Rosario Heras López, Comandante de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, era, a su vez, jefe de seguridad suyo, del Mayo. Y este asegura que al mismo tiempo de su captura y traslado a Estados Unidos fueron muertos Heras y Cuén. ¿Y el Gobernador? Ni por enterado. Quizá sea falsa la versión del Mayo. Pero que el mismo día y casi a la misma hora que él fue llevado a Estados Unidos desapareció el Comandante de la Fiscalía estatal y fue asesinado el exRector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es cierto. Entonces, ¿un pato dejó de parecerse a otro pato, como decía el maestro Buendía?

SM

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