MONTERREY.- El gobernador de Nuevo León, Samuel García, insinuó que en su familia ya quieren que su esposa, Mariana Rodríguez, se lance para senadora en los comicios del próximo año.
En un evento del Día de las Madres, efectuado en el Parque Fundidora, el mandatario de Movimiento Ciudadano mencionaba que su madre, Silvia Sepúlveda, presente en el evento, de manera permanente le ayudó a cumplir con sus sueños, pues lo ha apoyado de manera indeclinable en todas sus aspiraciones.
Por eso, señaló que ahora, su mamá lo impulsa a él a ser presidente de México, y a su esposa, senadora por Nuevo León.
“Hace un año y medio, cuando les dije que iba a ir por la gubernatura, ¡nombre!, ahí se han de imaginar… Y ahora está todos los días: ‘¡Presidente, presidente…!’ ¡Cálmate, cálmate, loca! Ya quiere campaña: ‘Mariana va de senadora, yo le ayudo…’ ¡Pérate, pérate!”, dijo, ante la risa de la concurrencia.
Conocedor del manejo de redes sociales, García hizo el pronunciamiento este miércoles, precisamente cuando el periódico El Norte publicó una encuesta ciudadana en la que se señala que, para el Senado de la República, arrasaría en la entidad la dupla de Mariana Rodríguez junto al alcalde emecista de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, contra cualquier fórmula que le presentaran los partidos de oposición.
Emocionado, García Sepúlveda reconoció a su madre, que, dijo, le inculcó el ánimo del servicio y lo ha respaldado.
“Muchas gracias por todo, te quiero mucho. Ya no me presiones con la presidencia. Tranqui”, le pidió.
En el evento, García también expresó su amor a Mariana Rodríguez, titular de la oficina Amar a Nuevo León, reconoció el esfuerzo que invierte por las decenas de niños que hay en el albergue de Capullos y pidió que le reconocieran las acciones que hace por la niñez de la entidad.
“A Mariana, un triple aplauso por lo que das a terceros, que no son tus hijos, pero los cuidas como si lo fueran”, dijo.
Al final del evento, con mariachi, Samuel y Mariana sellaron su amor con un beso y un cálido abrazo, en el escenario del Teatro del Centro de las Artes, de Fundidora.
Fuente: Proceso