
CIUDAD DE MÉXICO.- Con 75 votos a favor y 32 en contra, el Senado de la República aprobó la reforma que transfiere de manera formal y permanente el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), medida que ha sido calificada por la oposición como una militarización de la seguridad pública.
La votación coincidió con el sexto aniversario de la creación de la corporación, lo que fue celebrado por la bancada oficialista con aplausos y expresiones simbólicas como el “¡larga vida!” pronunciado por Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva en turno.
La reforma —que ya había sido avalada en la Cámara de Diputados— fue aprobada sin modificaciones, tanto en lo general como en lo particular. Incluye reformas a diversas normas militares: la Ley del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, la Ley de Ascensos y Recompensas, la Ley de Disciplina del Ejército y Fuerza Aérea, el Código de Justicia Militar y el Código Militar de Procedimientos Penales, además de disposiciones específicas sobre la Ley de la Guardia Nacional.
Críticas de la oposición: “se traiciona el carácter civil”
Durante el debate, legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano recordaron que durante el sexenio anterior aprobaron la creación de la Guardia Nacional bajo el compromiso expreso de que sería una institución de carácter civil.
“El gobierno renuncia al mando civil. Esto es una trampa legal que pone en riesgo la eficiencia del combate al crimen organizado”, advirtió el diputado panista Francisco Ramírez Acuña. En la misma línea, su correligionario Enrique Vargas mostró un video de archivo en el que el entonces opositor Andrés Manuel López Obrador criticaba la presencia del Ejército en tareas de seguridad pública, acusando a los gobiernos anteriores de recurrir a los militares por incapacidad institucional.
Desde Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda lamentó que el Ejecutivo insista en mantener a las Fuerzas Armadas en labores civiles. “Este gobierno renuncia a construir instituciones de seguridad pública profesionales, confiables y civiles”, afirmó.
Otra crítica de la oposición fue la posibilidad de que los elementos de la Guardia Nacional puedan contender por cargos de elección popular sin necesidad de separarse del servicio activo, lo que, advirtieron, rompe con principios de neutralidad institucional.
Respuesta oficialista: “no hay militarización, sino fortalecimiento”
En respuesta, legisladores de Morena defendieron la reforma. El senador Saúl Monreal acusó a la oposición de “regatear la seguridad del país” y sostuvo que la narrativa de militarización es “falsa”, recordando que fue Felipe Calderón quien inició la estrategia de seguridad sustentada en las Fuerzas Armadas.
Para el bloque oficialista, el traspaso a la Sedena garantiza mayor disciplina, operatividad y control interno, y permite reforzar la actuación de la Guardia Nacional frente a las crecientes amenazas del crimen organizado.
Siguiente paso: publicación y entrada en vigor
Tras su aprobación en ambas cámaras, el dictamen fue remitido al Ejecutivo Federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, tras lo cual entrará formalmente en vigor, consolidando el papel de la Secretaría de la Defensa Nacional como responsable de la Guardia Nacional.
Este paso marca un cambio estructural en el modelo de seguridad pública, que deja atrás el modelo civil propuesto en 2019 y profundiza la participación del Ejército en tareas tradicionalmente reservadas a cuerpos policiales civiles.