La última palabra
Por Jorge A. Martínez
- Morena con 44% de votos arrebata 52% de curules; PAN con 12% de votos, lo castigan con 8% de espacios.
- • PAN debería tener tres diputaciones y MC dos, de acuerdo con la votación obtenida; se tuerce la ley con tecnicismos.
El uso y abuso de tecnicismos tuerce la legislación para favorecer una sobrerrepresentación de los partidos en el poder de la 4T, mediante un castigo a los partidos de oposición.
La composición de la XVIII Legislatura tendrá 21 de 25 curules, un verdadero monopolio 4T de 84%, muy superior a la mayoría calificada de 68% que se alcanza con 17 curules.
Sólo Morena alcanzó 44.5% de los votos, pero tendrá 52% de diputaciones. Partido Verde alcanzó 16.5% de votos y tendrá 20% de sillones en la XVIII Legislatura.
El caso del PT representa lo peor de estos repartos inequitativos, ya que con 3.8% de votos tendrá 12% de curules. Van a argumentar que son diputados de mayoría, pero precisamente llegaron con votos trasvasados por Morena, ya que los guindas ya no podían ser más por los supuestos candados de la ley, por lo que se comprueba cómo son violados.
Las diputaciones PT son “rentadas” a Morena-Verde, ya que sus diputados sólo se visten con logo rojo-amarillo pero no representan al PT, algo similar a los “kiwis”, morenos por fuera pero verdes por dentro. Todo abona a la sobrerrepresentación del grupo en el poder.
En contra parte, el PAN con 12% de los votos en las urnas, tendrá sólo dos legisladores que representan apenas el 8% de los 25.
A su vez, MC con 9.9% de votos tendrá un diputado, es decir, 4% de curules.
El PRI es el único que sí está bien representado, ya que alcanzó el 4.8% de votos y tendrá 4% de representación con un diputado o diputada; lo que no deja de asombrar, ya que hasta 2016 era el partido que ejercía el monopolio, que ahora cambió de color, pero sigue siendo el mismo o peor.
En estricto sentido, el PAN debería tener tres diputados y MC dos. Pero la interpretación de las leyes se parece a los renglones torcidos de dios, siempre a favor de quien parte y reparte se lleva la mejor parte.