
CHETUMAL.- La acelerada y desordenada expansión urbana de Chetumal ha reducido en 32% la capacidad natural de infiltración del suelo y multiplicado entre 10 y 100 veces la velocidad de escurrimiento del agua, lo que provoca inundaciones pluviales cada vez más frecuentes y severas, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), la Universidad de Quintana Roo (Uqroo) y el Instituto Tecnológico de Chetumal (Itch).
El trabajo advierte que los asentamientos humanos sobre el frágil terreno kárstico han aumentado la vulnerabilidad social de la ciudad, con afectaciones recurrentes en zonas bajas o deprimidas, donde el drenaje resulta insuficiente.
El estudio señala que en más de la mitad de las áreas afectadas el nivel del agua supera los 50 centímetros durante eventos críticos, con impactos directos en viviendas, vehículos y movilidad urbana.
Además, el 12.9% de la población encuestada reportó problemas de salud relacionados con las inundaciones, como infecciones en la piel, enfermedades gastrointestinales y padecimientos derivados de la proliferación de mosquitos.
Memoria social en riesgo
Otro hallazgo preocupante es la pérdida de la memoria social: menos de la mitad de los habitantes consultados recuerda con precisión las consecuencias de inundaciones pasadas, lo que limita la preparación comunitaria. En contraste, quienes ya han sufrido daños mantienen una alta percepción del riesgo.
“Chetumal no solo es vulnerable a huracanes y marejadas, sino también a inundaciones pluviales intensas y recurrentes. La solución requiere tanto infraestructura adecuada como la integración del conocimiento comunitario”, advierte el estudio.
Recomendaciones
Los investigadores plantean un enfoque integral que combine infraestructura resiliente, soluciones basadas en la naturaleza y participación ciudadana. Entre las medidas propuestas destacan:
- Preservar y restaurar humedales y áreas verdes.
- Implementar sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), como parques inundables y corredores azules.
- Recuperar sistemas tradicionales de captación de agua de lluvia.
- Exigir evaluaciones hidrológicas previas a nuevos desarrollos urbanos.
- Actualizar los Planes de Desarrollo Urbano para evitar construcciones en zonas propensas a inundación.
- Fortalecer la memoria social mediante talleres, simulacros y campañas de sensibilización.
El estudio concluye que sin estas acciones, Chetumal continuará enfrentando inundaciones más rápidas, intensas y dañinas, con crecientes impactos sociales, económicos y ambientales.