Depredador “Prey” se convirtió en tendencia por el éxito alcanzado y las buenas reseñas, tanto de críticos como usuarios, que ha obtenido. Sin embargo, el final post-créditos presenta una imagen que muchos han confundido por su conexión con la película Depredador 2, por lo que aquí te lo explicaremos.
Durante los créditos finales observamos unas pinturas de la tribu comanche, donde explican la travesía de Naru contra el Depredador. Pero en la última imagen se observa la llegada de naves a la tribu, por lo que algunos críticos aseguraron que los Yautja llegaron para tomar venganza por su caído, masacrando a los comanche y tomando la pistola de Naru como trofeo, siendo ésta misma la que le entregaron al teniente Harrigan en la de Depredador 2. Sin embargo, esto es errado.
En primer lugar está la lógica: si los hubieran masacrado, ¿Quién pintó la última escena de su llegada? Desde este punto ya podemos imaginar que la tribu sobrevivió.
En segundo lugar, está las reglas Yautja: los depredadores son crueles cazando, pero las películas, libros y comics oficiales demuestran que son cazadores con un alto sentido de honor.
Los depredadores se miden en rangos dentro de su civilización, dependiendo de su experiencia en cacería. Conforme más asciende tienen acceso a mejor tecnología para cazar presas más grandes. El que se enfrentó a Arnold en la Depredador 1 era un Honorable, un élite con varios trofeos. El Yautja al que se enfrentó Naru es un joven inexperto, un “Sangre Nueva”, que apenas estaba en su primera cacería (por eso empezó con una serpiente, siguió con un lobo, después un oso y por último enfrentó al humano) y, por tanto, no tenía acceso a todo el armamento y cometió muchos errores, como atacar de frente o perseguir a campo abierto a su presa, exponiéndose.
Ahora bien, el universo del Predador nos enseña que los Predadores llevan más de 14 mil años utilizando la tierra como centro de entrenamiento. Cuando llegan al planeta a cazar, lo hacen en una nave nodriza, y son enviados varios a diferentes puntos de cacería. Es decir, varios depredadores cazan en la tierra al mismo tiempo, aunque en diferentes lugares.
Para poder ascender de rango, además de cazar presas peligrosas, deben cumplir varias reglas: no atacar a mujeres embarazadas, enfermos, niños o individuos desarmados. Una derrota o un fallo en la cacería que los ponga en peligro de ser descubiertos significa que deben autodestruirse. Tomar el trofeo de otro Depredador es considerada una afrenta grave. No está permitido unirse a una cacería de otros guerreros y clanes o cazar sin su permiso es castigado con el exilio.
Y, sobre todo, las presas o seres de otras especies que venzan a un Yautja en cacería, siempre que se trate de seres inteligentes y no de bestias salvajes, serán considerados “notables”, y NO podrán ser cazados o atacados por otro Yautja, además de que su clan será protegido.
Por tanto, Naru se convirtió en “Notable”. Por tanto, la nave Nodriza llega para recoger el cuerpo y la tecnología de su caído, así como también hacer con ella para el ritual de “La Unión”, es decir, la reconocen como un guerrero a cazador. Realizan un intercambio de trofeos, principalmente las armas utilizadas en combate. En los comics, que explican un poco más a detalle lo que sucede en las películas, se revela que Arnold entregó su arco, recibiendo a cambio una lanza. En la segunda parte, el teniente entregó su magnum y recibió la famosa pistola del siglo XIX. En la de Prey, se entiende que Naru entregó esa misma pistola, y recibió alguna otra arma.
Vale destacar que ahora Naru tiene el derecho a convivir con Los Predadores en las cacerías, estando en un rango intermedio entre los Jóvenes Sangrados y los Sin Sangrar, y aunque tendrá acceso temporal a su tecnología, solo podrá comunicarse por el lenguaje de la caza (de señas) ya no que podrá aprender el lenguaje social de la especie.
Así que ahora lo sabes: Naru no murió masacrada, sino que se convirtió en una digna compañera de caza, por lo que su tribu (y su amada mascota) aseguraron su protección, ya que los Predadores harán todo lo posible para mantenerlos a salvo, pues se considera una humillación que otro ser asesine a la persona que los derrotó a ellos. En caso de que esto suceda, los Yautja ordenarán una cacería sin cuartel en contra de sus verdugos.