CIUDAD DE MÉXICO.- El gabinete de seguridad del Gobierno federal detectó una red de políticos de PVEM, PRI, PRD, PT y Morena (así como funcionarios de la Fiscalía de Quintana Roo) que presuntamente protegen y colaboran con la mafia rumana liderada por Florian Tudor, “El Tiburón”, dedicada a clonar tarjetas bancarias de turistas, al tráfico de personas para explotación sexual y a la extorsión a comerciantes.
Información obtenida por Milenio apunta a que en esta red de protección estaban los ex gobernadores priistas de Quintana Roo, Félix Arturo González Canto y Roberto Borge, así como a diputados del Partido Verde y ex alcaldes priistas y perredistas de la entidad, incluido Benito Juárez.
También operadores y militantes de Morena y del Partido del Trabajo.
En un documento presentado en octubre de 2020 en el gabinete de seguridad, destaca el líder del Movimiento Nacional por la Esperanza y ex diputado local en Ciudad de México, René Bejarano, ubicado por los servicios de inteligencia como uno de los principales vínculos de Tudor. Se señala que a través de varios colaboradores, Bejarano usó Morena e, incluso, actuó con el nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador para estafar a ciudadanos y empresarios de Cancún, según el documento.
Del Partido del Trabajo y Morena se identificó a José Luis Jonathan Yong Mendoza, aspirante a diputado local de Quintana Roo por Morena e hijo de José Luis Yong Cruz, a quien las autoridades vinculan con el tráfico de indocumentados cubanos, y pareja sentimental de Silvia Susana González Franco, quien trabajó en la Procuraduría General de la República de 2006 a 2011.
En la lista de conexiones es notoria la presencia de políticos emanados del Partido Verde Ecologista de México, por ejemplo, se incluye a José de la Peña Ruiz de Chávez, actual diputado local en Quintana Roo por el PVEM (señalado por tráfico de influencias) y a Laura Lynn Fernández Peña, presidenta municipal de Puerto Morelos por el Verde. Asimismo, al menos dos ex alcaldes de Cancún están en la mira de las autoridades federales.
Es el caso del ex presidente de Benito Juárez y diputado federal por Quintana Roo, Roberto Estrada Barba, de la alianza PRI-PVEM-Nueva Alianza, y Greg Sánchez, presidente municipal entre 2008 y 2010, y quien, de acuerdo con el informe “es acusado por el Gobierno de Argentina de presuntos delitos de lavado de dinero y evasión fiscal por la compra en efectivo de un predio campestre cerca de Buenos Aires, valuado en dos millones de dólares”.
El expediente de inteligencia cuenta con datos proporcionados por la DEA, que advirtió al gobierno mexicano que el inicio de operaciones de las células rumanas data del sexenio de Félix Arturo González Canto, gobernador de Quintana Roo entre 2005 y 2011, quien colaboró para el establecimiento de estos grupos criminales. El ex gobernador priista fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera, de la Secretaría de Hacienda, por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Durante su gestión, la Auditoría detectó un desvío de fondos por 20 millones de pesos. Después, Roberto Borge, ex mandatario ya preso, dio protección a Tudor para que continuara sus operaciones.
De todos los presuntos involucrados, sólo el aspirante a diputado por Morena, René Bejarano, rechazó los señalamientos que lo relacionan con la mafia rumana.
“Niego cualquier nexo con la mafia rumana. He consultado con diversas fuentes del Gabinete de Seguridad Nacional y niegan tal versión”, señaló a través de su cuenta de Twitter.
Fuente: Milenio, Eje Central