Cancún, 07 de julio.- El presunto sicario que disparó contra los policías, durante un operativo en una vivienda de la región 237, suplicó por su vida y pidió no ser golpeado por las fuerzas del orden, a pesar de que segundos antes intentó asesinarlos.
Se trata de Gabriel Alcides “N”, un presunto mercenario de origen uruguayo, que tenía como fachada un negocio de tatuajes.
El día de ayer la Coordinación Nacional Antisecuestro atendió una llamada de auxilio al 911 por un domicilio donde se escuchaba de alguien que era torturado, además de que observaron que entraban personas portando armas de fuego.
Los uniformados al acercarse al lugar ubicado en la manzana 82 de la calle 150, fueron repelidos a balazos, por lo que se solicitó refuerzos para entrar a la casa.
En el lugar sometieron al tatuador, quien afirmaba que había llegado para rescatar a una presunta víctima, asegurándole una arma tipo escuadra color negro.
Sin embargo, información filtrada reveló que la víctima rescatada lo señaló como el sujeto que lo estaba torturando.
También se destacó que el hombre lloró y suplicó por su vida, afirmando que si lo detienen y se enteran sus jefes, iba a ser asesinado.
También se detuvo a Jessica Magalena, de Tabasco y Bryan Samuel, con droga y armas.