Signos
Diría una voz popular: mejor que Mara, Marybel.
Y ya que andamos oteando el porvenir en los confines del inframundo, mucho mejor que Mara y el proyecto de Obrador, un proyecto conjunto de Marybel y Palazuelos.
Que Marybel es un producto político multipartidista y Palazuelos una figura exitosa del masivo espectáculo de la telebasura, ¿qué más da?
Después de las burlas y los ataques presidenciales contra Quintana Roo y contra las entidades donde la mafia del Verde y el Morena -la verdadera mafia del poder, hoy día- ha enseñado el cobre de una identidad y de una sociedad política sólo proclives a los negocios cupulares comunes, hablar de filiaciones y fidelidades ideológicas y militantes como una condición de superioridad moral, no puede ser sino un contundente disparate.
Si bien Palazuelos no tiene un expediente político de valor que sustente sus aspiraciones políticas, también es cierto que esos expedientes salen sobrando en un entorno democrático pulverizado por la desvergüenza y dominado por el peso de las conveniencias de poder en juego.
El único expediente de la alcaldesa cancunense, Mara Lezama, para contender por la gubernatura, es el de convertir su Municipio en un territorio para hacer fortuna personal y ponerlo, asimismo, al servicio de los dueños partidistas de su pertenencia.
Palazuelos, por lo menos, además de tener un legado familiar de dinero, no ha construido sus feudos hoteleros esquilmando al fisco, y a Marybel no hay perfil ni liderazgo ni competidor político que pueda darle ejemplos de virtud pública porque lo que hoy día se observa en el espectro democrático y de la competencia electoral no es nada edificante ni hace una visible diferencia en contra de ella.
De modo que mejor que Mara, Marybel, y mejor que verdes y morenos, Palazuelos.
SM