Signos
Por Salvador Montenegro
Casi todos los gobernantes estatales y municipales han convertido los patrimonios públicos en negocios privados.
Han vendido o concesionado las reservas territoriales, los bienes inmobiliarios y los servicios más rentables, desde la condición de ser ellos los primeros beneficiarios de las transacciones.
También han sido los principales promotores de la devastación de la riqueza biótica, de la degradación ambiental y urbana, del desequilibrio regional, de la desigualdad social, de la violencia y la inseguridad, y del endeudamiento, la quiebra y las miserias fiscales y deficitarias de una entidad con el mayor potencial de rentabilidad y abundancia en sus erarios estatal y municipales.
Mara Lezama y Laura Fernández han probado, con su experiencia en los negocios sucios de la gestión gubernamental, ser eso mismo y el anuncio de la continuidad de tales legados de la cleptocracia política.
¿Alguna idea de por qué Palazuelos podría ser peor o no ser mejor?
SM