Por David Colmenares Páramo
La rendición de cuentas y la transparencia son instrumentos indispensables para mejorar la gestión pública, combatir la corrupción y generar un mayor desarrollo, así como para facilitar la satisfacción de las necesidades esenciales de la población, en materia de alimentación, salud, vivienda, agua y educación, asimismo como a la justicia y a la seguridad púbica. Pero sobre todo para la política económica de cualquier País.
La rendición de cuentas y la transparencia son instrumentos para supervisar las acciones de la política pública. Esto es responsabilidad de las instituciones que velan por su cumplimiento, como es el caso de las entidades de fiscalización superior o externa, como la ASF.
Como ya he expuesto en este espacio, las EFS son las instancias encargadas de controlar la legalidad y la regularidad de las operaciones financieras y administrativas de las instituciones del sector público considerando su rentabilidad, utilidad, economicidad, eficacia y eficiencia, pero sobre todo el ejercicio pulcro y responsable, sin corrupción, a través de auditorías y revisiones al ejercicio de los recursos públicos.
La fiscalización superior proporciona a los entes auditados y a los ciudadanos, información y evaluación independiente y objetivas concernientes a la administración y al desempeño de las políticas, programas u operaciones gubernamentales, generando observaciones y recomendaciones oportunas y bien fundamentadas que incentivan cambios en la gobernanza de las instituciones y las políticas
En especial, las auditorías de desempeño, hacen aportaciones significativas a la política económica y a la administración pública, al recomendar mejoras y encontrar áreas de oportunidad para coincidir con los objetivos renovados de las administrativas de los gobiernos, en un país federal como el nuestro, de los tres poderes y los tres órdenes de gobierno.
Lo anterior importa, porque ayuda a quienes tienen responsabilidades de gestión y supervisión a emprender las acciones de mejora recomendadas, para el mejor funcionamiento de las instituciones públicas. Asimismo, definen áreas de mejora, generando información de utilidad para la toma de decisiones.
Por otra parte, generan valor cuando se enfocan a tareas que buscan la satisfacción de objetivos socialmente valiosos y que inciden en la calidad de vida de las personas, al identificar áreas de oportunidad para maximizar el rendimiento de lo invertido en servicios públicos. La transparencia y claridad en lo que se informa a la sociedad, ayudarán a garantizar el manejo honesto de los recursos, el logro de las metas de crecimiento y el abatimiento de las estructuras de la desigualdad y la pobreza extremas. No sólo en los indicadores de bienestar, también en la preservación del medio ambiente, el empleo formal, permanente y bien remunerado, así como en los indicadores de salud pública, sobre todo en el momento de desastres naturales o de pandemias como la que vivimos a nivel mundial y local desde hace casi tres años.
Consciente de las ventajas para el desempeño de las entidades púbicas, la Organización Internacional de Entidades Fiscalizadoras Superiores elaboró un Manual de Implementación de las ISSAI sobre Auditoría de Desempeño, cuya versión en español fue presentada hace unas semanas, en cual se explica el proceso de auditoría de desempeño previsto en las ISSAI, considerando sus principios y etapas, el cual incluye una serie de plantillas de documentos de trabajo para facilitar su aplicación.
Lo anterior permitirá incrementar las capacidades de las EFS de Latinoamérica y el Caribe en la materia y, con ello, generar valor y beneficios para todos, al contribuir a la mejora continua de la gestión pública, la transparencia y la rendición de cuentas.