La crisis provocada por la pandemia está dejando a miles en la incertidumbre económica debido al cierre de la mayoría de las actividades remuneradas. Sin embargo, para otros, es también una oportunidad para hacer negocios. En el último mes, más de 120 residencias de la Riviera Maya han sido adquiridas por extranjeros aprovechando tanto la necesidad de dinero de la gente como la caída del peso frente al dólar. Los cambios en las relaciones interpersonales a raíz de la crisis sanitaria no parecen haber afectado las intenciones de los extranjeros de adquirir casas en México, pues si bien los interesados suelen visitar hasta siete veces el destino para recorrer viviendas en venta antes de tomar la decisión de comprar, esta vez la ventaja de la paridad cambiaria y la caída consecuente del valor de las mismas han provocado que pasen por alto ese ritual. Los vendedores de bienes raíces han optado por ofrecer propiedades mediante las páginas de Internet y en redes sociales, haciendo uso de material audiovisual que permite a los potenciales compradores conocer todos los detalles de las casas. Para muchos extranjeros -la mayoría jubilados y pensionados-, la adquisición de una residencia en los principales sitios turísticos mexicanos no sólo es una manera de disfrutar del clima y los atractivos naturales o residenciales durante las épocas de frío en sus lugares de origen, sino también un tema de salud, pues les resulta mucho más barato atenderse en las clínicas particulares mexicanas que en las de sus países.
Javier Ramírez
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la Riviera Nayarit, San Miguel de Allende, Cancún y Puerto Peñasco, son los destinos turísticos nacionales con mayor número de población extranjera. Cada año, cientos de estadounidenses y canadienses, de entre 50 y 65 años, llegan al país para buscar lo que ellos llaman el ‘second home’.
Y el escenario que se vive hoy día por la pandemia ha incrementado sus intenciones de adquirir propiedades en México debido a que, si bien las casas no pierden su valor -de hecho su plusvalía aumenta con el paso del tiempo-, el precio para quien compra en dólares ha bajado entre 20 y 30 por ciento.
Aun así, se trata sólo de la punta del iceberg, pues una vez que pase la contingencia y se agudice la crisis económica comenzará a verse un incremento en el remate de casas.
Mercado rentable
Desde hace décadas, México se ha convertido en uno de los países más populares entre los extranjeros para invertir en la compra de una vivienda. Así, el número de retirados que radican en territorio nacional ha crecido cuatro veces desde 1990.
Se trata, asegura Miguel Ángel Lemus Mateos, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) de Cancún, de un mercado no muy grande pero sí muy rentable para el sector inmobiliario, pues las casas van desde los 300 mil dólares hasta los dos millones.
En ese sentido, señala que la derrama económica responde mucho a las necesidades y el poder adquisitivo de los viajeros, quienes llegan al país a comprar por tres razones: el clima, las bellezas naturales y la facilidad para mantener un buen nivel de vida.
Por ello, Cancún, Playa del Carmen, Puerto Morelos, Tulum y Holbox son los destinos de mayor interés para los extranjeros, aunque acepta que Quintana Roo apenas representa el 10 por ciento del mercado total, pues Nayarit, con la Riviera Nayarit, y Guanajuato, con San Miguel de Allende, tienen prácticamente el 90 por ciento de la demanda del ‘second home’.
Y si bien son los estadounidenses y canadienses los principales interesados en adquirir una casa en México para habitarla durante al menos seis meses y luego regresar a sus países de origen, en los últimos años se puede ver a rusos, hindús y asiáticos adquiriendo casas, sobre todo en Playa del Carmen y Tulum.
Tipo de cambio, clave
Y es precisamente en esa zona de Quintana Roo donde en estos momentos de crisis la compra-venta de casas se ha incrementado.
El coordinador del Consejo Nacional de la AMPI, James Tobin Cunningham, informó que, por la cuarentena, las agencias de bienes raíces estarían rematando residencias en la Riviera Maya, lo que ha ocasionado que en el último mes se hayan concretado la adquisición de 122 propiedades.
Señaló que el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar ha ocasionado que las casas se vuelvan más baratas para ellos, principalmente en Playa del Carmen.
Dijo que aquellos inmuebles que están valuados en dólares, ubicados en los Municipios de Solidaridad, Tulum y Puerto Morelos, mantienen su venta, mientras que los marcados en pesos han ocasionado que el mercado caiga 50 por ciento.
En ese sentido, dijo que para quien compra en dólares el precio de las viviendas bajó entre 20 y 30 por ciento, y que más de la mitad de ellas están ubicadas en zonas de alta plusvalía, al estar cerca de la playa o de cenotes.
Crisis, oportunidad de negocios
María Rivera Castillo, presidenta de la AMPI en Puebla, espera que en los próximos meses aumente la compra-venta de los bienes inmuebles, debido a que muchos buscarán vender para poder enfrentar la crisis económica.
“Algunas personas enfrentan una situación difícil y veremos algunos inmuebles a muy buen precio. Esperamos que esta situación seguirá uno o dos meses más”, aseguró, recordando que mientras haya personas con capacidad económica para invertir, el negocio continuará.
Sin embargo, dijo, los vendedores de bienes raíces tendrán que adaptarse a los protocolos de salud para poder ofrecer los inmuebles.
Para ello no sólo tendrán que seguir las precauciones al momento de enseñar las casas a los potenciales compradores, sino tendrán que echar mano de material audiovisual de alta calidad de las casas para poder promoverlas en páginas especializadas y redes sociales.
Por otro lado, la venta de propiedades entre nacionales verá un decremento de hasta 50 por ciento, debido a que por la falta de ingresos y actividades económicas se hará más difícil que las personas tengan recursos para poder pagar el enganche de una casa, lo que finalmente provocará que el mercado de las rentas se incremente.