Chetumal, 15 de marzo.- El gas LP para consumo en hogares y comercios restauranteros registró su sexto incremento consecutivo en el año, alcanzando el precio de 735.60 pesos el tanque de 30 kilos, poco más de 50 pesos más caro que lo reportado anoche.
De acuerdo al listado de precios de la Profeco, el aumento fue de aproximadamente tres pesos por kilo, quedando en 24.52 pesos. Ni siquiera el límite a los precios de este producto impuesto por el Gobierno Federal ha logrado detener esta escalada, que afecta a más de 600 mil hogares y 40 mil negocios de la entidad.
La información desglosada expone que en Quintana Roo se registran los precios más altos del gas LP, pues en Yucatán y en Campeche el costo por kilo se mantuvo en aproximadamente 23.82 y 23.85 pesos, respectivamente.
En Cancún, el tanque de gas de 20 kilos ahora tendrá un costo de 490.40 pesos y 245.20 pesos el de 10 kilos, el cual es consumido mensualmente por una familia promedio de cuatro integrantes.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) indicó a través de un comunicado que esta situación se debe a la escalada de precios a nivel internacional de este producto, por el escenario actual.
Sin embargo, desde el 2019 se registran estos aumentos de manera sostenida: en marzo de ese año, el kilo de gas LP se cotizaba en 16.94 pesos.
Esto significa que desde hace tres años, el costo del tanque de gas pasó de 508 pesos a 735.60, un aumento de 227 pesos.
Sobre este tema, familias han reclamado la mentira presidencial hecha al inicio de esta administración, respecto a que no se iban a registrar incrementos en estos combustibles.
“Yo voté por Morena y miren como nos pagó: de nada sirve que anden regalando 2 mil pesos al bimestre, si como propietaria de una concina económica tengo que desembolsar ahora 3 mil pesos más para pagar el gas, que ya subió bastante, y esto sin contar el gasto que tengo en mi hogar”, declaró doña Camila González Chuc, vecina de la colonia Centro, en Chetumal.
Destacó que mensualmente consumen cerca de 5 mil kilos de gas, debido a que tienen estufas y hornos que están prendidos por jornadas de 10 horas. Esta aumento, junto al resto de los insumos, la obligó al subir el precio de sus productos, por lo que los afectados también son los clientes.