El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
Sabido es que, entre otras cosas, el ejercicio político es una fuente de sorpresas de todo tipo, y esta semana no fue la excepción; es más, fue un alto surtidor de éstas. Las hubo en el ámbito doméstico y en el nacional, con los yerros de Samy García, gobernador de Nuevo León, y con la formación de nuestra próxima Legislatura, la que se espera devuelva dignidad al Congreso.
El novel gobernador neolonés, a la silla del corcel de la justicia y al ya conocido grito de que “el que la hace, la paga”, ordenó la aprehensión por desvío de recursos de Jaime Rodríguez Calderón, el exgobernador de ese mismo Estado, con lo que se desquitó, según corrillos políticos norteños, de las ofensas del Bronco, entre ellas el que le llamara en público “chamaco tarugo”.
Razón tiene el joven mandatario, pues una cosas es que lo seas y otra, distinta, es que te lo digan en tu feudo, lo que sin duda le dejó sinsabores en las redes sociales. Es por ello que, de seguro, el jocoso Vicente Fox –aquí va la sorpresa: dijo algo razonable- sólo señaló “el muchacho se metió entre las patas de los caballos”, no fuera a ser que lo tundieran en Facebook o en otro espacio similar.
Que procedan las denuncias contra el popular “Bronco” no será fácil, dada su fragilidad, pero el coraje del ofendido será duradero. Aun si Samy ganase, pírrica sería su victoria. Con el colmillo que da la experiencia, en Palacio Nacional se aclaró que el Gobierno federal no tuvo nada que ver con el arresto y se censuró el uso de las redes sociales en el operativo policiaco.
En lo local, la integración de la nueva Legislatura resultó ser una sorpresa positiva, luego de dos trienios de ruina para casi todos. La formarán políticos con oficio como Marybel Villegas, Mildred Ávila y Julián Ricalde, o líderes sociales como Ricardo Velazco o Hugo Alday y, desde luego, Yohanet Torres, extitular de Finanzas, que fue una revelación hasta para el propio Partido Verde, el que por primera vez en su historia local tendrá una diputada con prestigio.
Así pues, la sorpresa es que tendremos una legislatura con diputados con oficio político y esperemos que decente.