CDMX, 17 de abril.- Tras recuperar las instalaciones de la CNDH que habían sido tomadas por 19 meses por feministas, autoridades encontraron cascos de policía que fueron ofrendadas a un altar “a la Santa Muerte” que erigieron las encapuchadas.
Como se recordará, el pasado jueves las autoridades recuperaron el edificio en la Ciudad de México, luego de que las mujeres que se encontraban en el lugar agredieran a una maestra que pasaba por la zona y que se negó a pagar “el derecho de paso” que le exigían las feministas. En un video que circula en redes sociales se observa como cuatro feministas destruyeron el automóvil de la catedrática, además de robarle su celular.
Este fue el argumento perfecto para que los oficiales entraran al lugar, pues hasta el momento no lo habían hecho por temor a ser señalados de agresores de los derechos de las mujeres. Fue así como la oche de este 15 de abril, durante un operativo los oficiales lograron entrar al sitio ubicado en República de cuba 60, que había sido renombrado como Okupa Cuba, Casa de Refugio.
Además de que las autoridades encontraron el lugar vandalizado, lleno de excremento y botellas de alcohol, descubrieron que varios equipos de informática, muebles y varias cosas de valor habían sido saqueados, así como bombas molotov.
Pero lo más pertubador que descubrieron fue el altar de la Santa Muerte, el cual contenía como ofrendas gorras y cascos policíacos, los cuales fueron identificados como aquellos que fueron robados a los agentes en anteriores encuentros, así como espejos de autos que también habían sido agredidos.
Tres de las encapuchadas fueron detenidas y trasladadas a Santa Martha Acatittla, no por la vandalización del edificio, sino por la agresión a otra mujer.
Por su parte, colectivos feministas como Okupa Monumenta Viva, exigieron a las autoridades “la presentación y liberación de las compañeras detenidas”.
La agrupación feminista destacó que “se necesita acuerpamiento”, es decir que otras feministas vayan a las afueras de la mencionada fiscalía a apoyar a sus compañeras retenidas por haber ocupado el inmueble de la CNDH en el centro histórico. “A la sociedad civil le hacemos un llamado a acuerpar a las compas para garantizar su seguridad”.
“Pan y circo para el pueblo. Y el pueblo aplaude como foca. Y antes de que crean que defendemos lo que recientemente ellas hicieron, nosotras estamos en comunicación y apoyando a las afectadas”.
Insistieron: “Pero lo que el Gobierno de la Ciudad de México hizo hoy (ayer) fue un circo. Una movilización tremenda para detener a TRES MUJERES. Mientras que violadores y feminicidas pasean en sus narices y forman parte de sus corporaciones”.
Añaden que fue una exageración que se haya desplegado un operativo de 2 mil agentes solamente para detener a una decena de activistas feministas, puntualizando que no se realiza tal demostración de fuerza para actuar en contra de feminicidas y violadores.
También denunciaron que a sus compañeras les están “sembrando droga”, a fin de convertirlas en presas políticas por delitos contra la salud.