Era martes 12 de junio de 2022 en la noche y varias llamadas al 9-1-1 llegaban al Complejo de Seguridad C-5 por el maltrato animal de dos perros en Haciendas Real del Caribe de Cancún, mismos que murieron luego de ser azotados por un sujeto contra un muro.
De acuerdo a la denuncia presentada por el refugio de animal, Cachorrilandia, los hechos ocurrieron en la calle Haciendas de Cuajimalpa, a las afueras de la casa 1521 A, donde el presunto culpable identificado como Rasec Rangel, azotó, golpeó y mató a dos perros, mismo que amenazó con matar a una persona. El hombre estaba borracho.
Se supo que el responsable intentó escapar en su coche Atos color negro, placas de circulación URW-463-E, pero los vecinos lo persiguieron durante 40 minutos, sin embargo, a pesar de ello y que pidieron el apoyo de las autoridades para su detención, ninguna patrulla arribó. Rasec sigue libre.
En la pared y banqueta de la zona quedó la sangre de ambos perros, ahora piden justicia y cárcel para el sujeto.
“Exigimos justicia y si la ley no es aplicable, vamos hacer viral a este asesino que en cada parte de la ciudad y del país conozcan su rostro; que la ciudadanía tenga cuidado, esta vez fueron 2 perros, mañana puede ser una persona”, dijo Aglae Yulidiana Lázaro Huérfano, fundadora del refugio ‘Cachorrilandia’.
De acuerdo al Código Penal Quintana Roo, en el Artículo 179 bis, de la Ley de Protección y Bienestar Animal, se establece que:
“Al que injustificada e intencionalmente realice actos de crueldad en contra de cualquier especie animal, causándole maltrato evidente, pero que no pongan en peligro la vida animal, se le impondrá de seis meses a un año de prisión y de veinticinco a cincuenta días de multa.
Pero establece que si las lesiones ponen en peligro la vida del animal se incrementarán en una mitad de la pena señalada”.
La historia se repite; el pasado nueve de agosto del 2021, en el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, Sm 259, el joven David T., un trabajador de hotelería, mató a su perrita Kiara, con ayuda de un lazo, a golpes por más de 35 minutos seguidos.
Esa misma noche, David decidió llevar a la perrita a los contenedores de basura; al día siguiente la hallaron vecinos con un objeto en la mandíbula. Activistas procedieron a la denuncia formal ante la FGE, pero hasta el día de hoy, no hay avances.