Increíble pero cierto: una pareja de influencers ecuatorianos, “La China Nicol” y “Juank Sykes”, están siendo exhibidos por fingir la pérdida de su bebé por una supuesta actividad paranormal, con el único objetivo de ganar seguidores y monetizar su contenido.
Incluso hasta un hospital que fue engañado para formar parte del video, amenaza con demandarlos.
Todo inició el pasado 13 de febrero, cuando un supuesto fantasma se habría presentado en el domicilio de los influencers, que supuestamente esperaban un hijo. Fueron los propios influencers quienes presentaron el video en el que a través de las cámaras de vigilancia de la recámara se observa cómo la sábana que los tapaba es jalada a las 3 de la mañana. Tras el grito de la influencer, tomaron un taxi hasta una supuesta clínica (de día, a pesar de que mencionaron que fueron inmediatamente, y el suceso ocurrió a las 3 de la madrugada), donde una persona de la cual nunca se mostró su rostro les informó que su bebé se encontraba grave.
Días después, subieron un video en esa misma clínica donde les informaron que habían perdido al niño. Posterior a ello grabaron otra filmación, donde supuestamente tiran las cenizas del feto (de apenas un par de meses) al mar.
Estos videos fueron monetizados por la pareja y han tenido millones de reproducciones hasta el momento. Increíblemente, a sus seguidores nunca les pareció sospechoso que toda la historia fuera grabada con una edición de alta calidad.
Fue el doctor Juan Romero, del laboratorio Keneddy, quien exhibió esta farsa, argumentando que desde inicios de ese mes la pareja de influencers se presentó para solicitar permiso de grabar unas tomas para un supuesto comercial, para lo cual accedieron.
Detalló que en ningún momento les solicitaron alguna prueba de embarazo o algún otro servicio para verificar su salud.
“Ahora nos enteramos que hacen referencia a nuestro laboratorio en sus videos, con declaraciones que nunca hicimos. Exigimos que públicamente declaren que todo fue una farsa, pues no queremos vernos involucrados en contenido de este tipo. De lo contrario vamos a demandarlos”, declaró el doctor.
Cabe destacar que Facebook en sus políticas obliga a los influencers a añadir en sus contenidos cuando se trata de dramatizaciones o contenido falso con fines de entretenimiento, lo cual no han hecho los influencers ecuatorianos.
Por si fuera poco, y a pesar de la demanda presentada, los influencers se negaron a desmentir su teatro, pues tenían la meta de ganar los suficientes seguidores para generar ingresos que les permita pagar los posibles daños al hospital.
Incluso le dijeron a la gerencia del hospital que si guardaban silencio, les compartirían un porcentaje del dinero que hayan monetizado, a lo cual los médicos se negaron. Desde abril están en proceso judicial.
No conformes con esto, los influencers comenzaron a crear otra historia, donde se separaron por supuestas diferencias tras la pérdida del bebé ficticio. Todo fue monetizado. Sin embargo, videos de sus propios seguidores exhibieron que todo era una farsa, incluso la supuesta vivienda humilde en la que se encontraban, pues en realidad ya rentaban en una vivienda mucho mejor, gracias a sus ganancias en redes sociales, y solo usaban la otra casa para grabar sus videos.
En Ecuador, por este motivo, piden su cancelación, aunque aún existen seguidores que los defienden.