Jesús “N”, fue víctima de unos elementos de la Guardia Nacional la madrugada del pasado sábado, porque lo confundieron con un malandro narcomenudista, Cancún.
De acuerdo con la víctima el día de los hechos salió de su casa y se dirigió a la parada del transporte de personal de su centro laboral hacía Playa del Carmen, sin imaginar que sería víctima de una presunta confusión por parte de los uniformados federales, quienes lo detuvieron como a un delincuente y hasta lo golpearon con la intención de hacerlo confesar un delito que jamás cometió.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 4 horas en la supermanzana 65 a dos calles del paradero ubicado en la rehoyada, donde se suponía debía tomar su transporte, pero fue abordado por tres unidades de la Guardia Nacional y lo subieron a la que tenía el número económico 19165, comenzaron a dar vueltas escoltados por las otras dos unidades con los números económicos 19549 y 19108, mientras que en la batea unos elementos los golpearon con las cachas de sus armas de cargo y también lo patearon al tiempo que le exigían que confesara en donde “tenía las drogas” y para quién trabajaba.
Él dijo que gritaba aterrorizado que no sabía de qué le estaban hablando y que trabajaba en un hotel de Playa del Carmen, pero los uniformados no escuchaban razones hasta que uno de ellos encontró la identificación como trabajador de Jesús mientras revisaba su mochila.
En ese momento lo bajaron y de mala manera le dijeron “perdona nos equivocamos” y se retiraron no sin antes advertirle que no dijera nada por lo que buscarían a él y su familia.
Jesús “N”, regresó corriendo a su casa junto a su madre y hermana quienes le atendieron las lesiones provocadas, aunque en un principio lo alentaron a poner su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, este se negó rotundamente por temor a que les hicieran daño, pues no olvida la amenaza que le dieron.
La familia del joven ahora vive temerosa desde el sábado pasado y hasta se mudaron de casa por temor a ser vigilados por los federales, sobre todo porque durante el fin de semana pasado observaron que una patrulla de la Guardia Nacional daba vueltas en la manzana donde habitaban y eso los hizo sentirse inseguros.