CIUDAD DE MÉXICO.- El Gobierno de México ha mantenido durante décadas una guerra contra el narcotráfico en donde decenas de cárteles han estado involucrados, lo que ha provocado el aumento de la inseguridad en el país y miles de muertes. Ante esta creciente ola de violencia, surge la incógnita de cómo acabar con este ciclo, pregunta a la que investigadores han dado una posible respuesta.
Este jueves se publicó un estudio en la revista Science en el cual investigadores compartieron un “modelo matemático sobre el reclutamiento y pérdidas de los cárteles que sugiere una mejor manera de salir de este ciclo de violencia”. El artículo reveló que estos grupos criminales reclutan a alrededor de 175 mil personas en México, lo que los convierte en el quinto empleador más grande del país.
Estas cifras sugieren que la “única forma de combatir eficazmente al crimen organizado es disminuyendo la capacidad de los cárteles para reclutar nuevos miembros”, de acuerdo con el artículo.
El análisis encabezado por Rafael Prieto-Curiel, ex oficial de policía de la Ciudad de México, precisó que aumentar los encarcelamientos no es una medida efectiva para frenar la violencia en el país, sino que, por el contrario, provoca un mayor número de miembros que pertenecen a grupos criminales.
De acuerdo con el modelo propuesto por Prieto-Curiel -ahora matemático en el Complexity Science Hub- y otros investigadores, las políticas del gobierno mexicano que se centran en arrestar a miembros de cárteles, causarán que los miembros de estos grupos delincuenciales crezcan un 26 por ciento para 2027, lo que resultará en un 40 por ciento más de víctimas.
“Duplicar el número de miembros del cártel en prisión mediante represiones policiales frenaría un poco estos aumentos, pero la violencia seguiría creciendo”, se lee en el estudio.
Para este análisis, el estudio se basó en datos públicos sobre el número de homicidios semanales y encarcelamientos a nivel nacional entre 2012 y 2022, tras lo cual los autores estimaron que los miembros de los cárteles “representaban el 10 por ciento de estas víctimas de asesinato y el 5 por ciento de los encarcelamientos”.
Con estos datos, los investigadores pudieron calcular que las organizaciones criminales perdían colectivamente unos 200 miembros por semana. Sin embargo, el número de personas que forman parte de los cárteles creció cerca de siete mil personas al año en la última década, lo que se traduce en que debieron reclutar a 19 mil 300 personas nuevas cada año para “compensar sus pérdidas”.
De acuerdo con el modelo, los 150 cárteles de México pasaron de 115 mil a 175 mil miembros en una década, cifra con la cual los cárteles se posicionan como el quinto “empleador” más grande de México.
Además de los encarcelamientos, el estudio contempló otras políticas como las negociaciones pacíficas con líderes de cárteles, aunque determinó que no tendrían ningún efecto significativo. “Lo único que disminuiría la violencia, encontró el algoritmo, era reducir el número de personas que se unían a las organizaciones en primer lugar”, reveló la información.
No obstante, llevar estas ideas al mundo real y que los gobiernos implementen distintas estrategias para frenar el reclutamiento, “será la parte más difícil”, afirma Eduardo Salcedo-Albarán, director de la empresa de delitos SciVortex y citado por Science.
Al respecto, Pietro-Curiel aseguró que desarrollar estas estrategias “requerirá una mejor comprensión de cómo los cárteles reclutan a tantas personas en primer lugar”. El autor del estudio afirmó que hay varios factores y motivos que se podrían entrelazar para estos reclutamientos, como los son: “amenazas hechas contra las familias de las personas, reclutamiento directo “ofreciendo trabajos como “guardias de seguridad”, por ejemplo) y jóvenes buscando trabajar para miembros de cárteles”.
También culpó a la “glorificación mediática” de los cárteles y sus líderes, lo que provoca que el crimen organizado continúe establecido como una opción atractiva para jóvenes con pocas oportunidades económicas.
El artículo propone que con el nuevo modelo, “al menos sabemos que tenemos que enfocarnos en esa pregunta en lugar de simplemente enviar más dinero a las fuerzas armadas y construir prisiones”.
Fuente: El Sol de México