La última palabra
Por Jorge A. Martínez Lugo
- Mercenario de la política, participará en la campaña 2024 de Quintana Roo; sus principales cómplices están en el gran condominio de la 4T.
- Oposición y poder en Quintana Roo, una misma familia ampliada.
- “Impunidad integral” para Carlos Joaquín: Auditoría Inferior (sic) del Congreso, Contraloría, Sefiplan y TJA, en nado sincronizado por la impunidad.
El problema es al interior de Morena; la oposición en Quintana Roo está representada por joaquinistas-felixistas-borgistas y no se harán el harakiri; pero en Morena será espada de Damocles, en caso de que alguna campaña de oposición a la 4T -naranja o independiente- asuma la bandera del pacto de impunidad AMLO-CJ.
Al triple traidor Carlos Joaquín, en lugar de estar en la cárcel porque resultó peor que Borge y Félix, le dieron una embajada, mientras que en Quintana Roo, entre los Estados más obradoristas del país, se ve como una traición al pueblo por parte del pragmatismo a rajatabla de AMLO, quien le compró la idea a CJ de que le “entregaba” Quintana Roo a Morena (¡!). CJ es un punto ciego rumbo a la campaña 2024.
Carlos Joaquín es un mercenario de la política y hay miles de millones de pesos que lo avalan, según los datos proporcionados por Eugenio Segura en su comparecencia ante el Congreso.
Es la mancha política más alevosa del ejercicio del poder de AMLO contra el pueblo que tanto lo quiere en Quintana Roo. Las finanzas que dejó CJ son algo más que un “caos financiero”
¿DE LA EMBAJADA AL SENADO?
Con todo, es tanta la arrogancia del poder electoral de AMLO, que no se descarta que CJ vaya como candidato a senador, como parte de la paga por haber “entregado” Quintana Roo a Morena, en el éxtasis del cinismo 4T-verde. O que lo dejen imponer a su fiel escudero y benefactor ($) Lorenzo Arcila.
CJ saqueó el erario público, dejó “deuda oculta” y despojó de bienes a particulares jurídico-vulnerables; él mismo, sus hijos y familia; más la familia de Gabriela Rejón de Joaquín; todos ellos terminaron el “sexenio del cambio” colmados de propiedades, tanto, que ahora el junior es empresario inmobiliario.
LA DEUDA OCULTA
Mil millones de pesos en deuda corta que no se pagaron al tumor de corrupción CPTQ de la promoción turística; otros mil millones de pesos en facturas apócrifas dentro de la “deuda oculta” de 7.5 mil millones de pesos (con “error administrativo”, se dijo oficial y eufemísticamente).
Sobre estos dos mil millones de pesos “sin comprobar”, que son un ejemplo nada más, no hay consecuencias jurídicas; ni la Auditoría Inferior (sic) del Congreso, ni la Contraloría del ejecutivo, ni la propia Sefiplan, en inacción jurídica; la impunidad es integral. La propia Auditoría del Congreso sigue en manos del hiper joaquinista Manuel Palacios Herrera.
PEDRITO VENDIENDO AL PAÍS EN “RONDAS”… MIENTRAS, SU HERMANO…
Carlos Joaquín no dejó obra pública, ni de infraestructura ni de proyectos económicos; tampoco representó algún proyecto político, todo era negocio, parte del imperio Joaquín; un auténtico mercenario de la política sentado en el gran pastel de la gubernatura. Si no, vean a Pedrito Joaquín, vendiendo al país en “rondas” de lo más bonito, todo un fifí neoliberal, y ahora se rasca las verijas en su hamaca de Cozumel, al ver que ya pasó el peligro obradorista. Mientras las finanzas del imperio isleño, boyantes y copeteadas. El gen corrupción, es de familia.
Pero ahora sus principales cómplices están todos en el gran condominio de la 4T y alguno que otro defiende lo que queda de la oposición Prian. La última palabra será del pueblo en las urnas el próximo domingo 2 de junio de 2024, para ir poniéndole fecha al asunto.
“IMPUNIDAD INTEGRAL” PARA CARLOS JOAQUÍN:
Auditoría Inferior del Congreso, Contraloría, Sefiplan, Tribunal de Justicia Administrativa, Fiscalía Anticorrupción; todos en armónica inacción jurídica.
¿Será que AMLO quiere revivir y dejar como legado el “partido de Estado” de la era priísta, con todo y corrupción a cuestas?
Pero en Quintana Roo, oposición y poder son una misma familia ampliada y todo puede pasar; ni en Macondo. Usted tiene la última palabra.