Signos
Por Salvador Montenegro
Muy bien, tiempos de transformación (los de la ‘4t’ que le dicen):
Ahora los candidatos opositores -del PRI, el PAN y el PRD- al invencible partido presidencial, el Morena, serán combatidos y muy seguramente vencidos en las urnas muchos de ellos, gracias al escudo de la invicta y creciente popularidad de su ahora jefe máximo y al virtuoso y visionario oportunismo militante e ideológico de haberse cambiado a tiempo de partido y de causa, es decir: haberse bañado en las aguas bautismales y depurativas de la regeneración moral, que, como en el Caribe mexicano, quita toda la mugre y los pecados del mundo.
Y así, de la inmaculada mano del Presidente y del viejo izquierdismo priista reencarnado y expulsado de su seno por el neoliberalismo, muchos candidatos que antes fueron de la oposición al Morena podrían ser representantes populares victoriosos ahora con ese partido oficial o su socio, el cochambrosísimo Verde (gestado por el salinismo privatizador para combatir en su tiempo a la izquierda expriista a la que ahora pertenece).
Y así como un día el partido de la Revolución Mexicana albergó gente digna que en verdad creía en la transformación ética de la vida pública y luchaba por los derechos de las mayorías sociales del país, lo mismo que a seres execrables y vomitivos que terminaron degradando en sus honduras la vida y la cultura nacionales, el partido presidencial de ahora, que dice reivindicar a las grandes mayorías y la moral anticorrupción, gana sus causas electorales con esa bandera y con legiones de candidatos emigrados de la oposición, por demás vomitivos y execrables.
SM