WASHINGTON.- Con la estrategia de “abrazos, no balazos” del presidente Andrés Manuel López Obrador se relajó el combate al crimen organizado y los dos grandes cárteles del narcotráfico en México, el de Sinaloa (CDS) y Jalisco Nueva Generación (CJNG), han crecido en número de influencia desde que López Obrador llegó al poder, en 2018.
De acuerdo con un trabajo periodístico publicado este lunes en el diario estadounidense The Wall Street Journal, titulado “México: la política de ‘abrazos, no balazos’ propaga tristeza, asesinato y extorsión”, se señala que dicha estrategia del presidente mexicano para combatir a los grupos criminales, implementada al inicio de su administración, “buscaba evitar las confrontaciones que alimentaran la violencia”.
Sin embargo, la investigación del rotativo neoyorquino indica que “los cárteles de la droga tienen más ciudades y familias bajo su control, bajo una política presidencial destinada a sofocar la violencia de los cárteles, al enfatizar la ayuda pública sobre seguridad”.
En la pieza periodística del WSJ, firmada por su corresponsal en México, Juan Montes, se menciona que la retirada del gobierno de López Obrador (en el combate al crimen organizado), bajo la política de “abrazos, no balazos”, “abrió la puerta a una expansión de las empresas criminales de los cárteles, cuyo negocio más lucrativo sigue siendo la producción y el transporte de fentanilo y metanfetamina a Estados Unidos”.
“El debilitamiento de los precios de la cocaína y la marihuana ha reducido las ganancias, lo que ha llevado a los cárteles a ampliar las redes de extorsión y perseguir nuevos esquemas para ganar dinero”, expone el texto.
La expansión del control de los cárteles y las tácticas cada vez más violentas, puntualiza el reportaje, “han llevado a familias mexicanas a Estados Unidos en cantidades récord. Alrededor de 87 mil mexicanos que viajaban con niños fueron detenidos en la frontera suroeste de Estados Unidos en el año fiscal que finalizó el 30 de septiembre de 2023, casi cuatro veces más que el año anterior, según datos de la Patrulla Fronteriza”.
El diario estadounidense subraya que “al diversificarse hacia el tráfico de migrantes, los cárteles se benefician incluso de personas que buscan escapar de su control”.
El trabajo del WSJ incorpora la opinión de especialistas en temas de seguridad, miembros de organizaciones ciudadanas y exfuncionarios que laboraron en áreas de seguridad pública, así como testimonios de víctimas de violencia en los estados de Guerrero y Chiapas.
También retoma datos oficiales, donde destaca que con la política de “abrazos, no balazos” de López Obrador “se ha visto una disminución de arrestos, que pasaron de 21 mil 700 en 2018 a dos mil 800 en 2022”.
La investigación también dice que los grupos criminales logran infiltrarse en los gobiernos municipales con cargos públicos que les ayudan a tener fácil acceso a contratos de construcción local, adquisiciones y otros servicios.
Fuente: El Sol de México