Miedo laboral en el Congreso; la 4T-QR no escucha, no atiende

La última palabra

Acoso sexual y laboral, no atendidos, recibe a la XVIII Legislatura.

• Autoridades protegen a victimarios y revictimizan a denunciantes.

Por Jorge A. Martínez Lugo

Afuera, la XVIII Legislatura fue recibida a huevazos; adentro, con casos de acoso sexual y laboral. Si algo distingue la brecha que existe entre la 4T nacional y la sui géneris 4T local, es que no escucha, no ve, ni atiende, mucho menos resuelve.

Los reclamos a huevazos de la lluviosa mañana del fatídico martes 3 de septiembre, son casos acumulados por la ineficacia y la incongruencia; no todos los reclamos eran para el Congreso directamente, pero se hizo visible el abandono y la dejadez.

Hay casos que sí tocan al Congreso, como la cafetería que tozudamente siguen queriendo construir para lo cual demolieron la estatua de don Andrés Quintana Roo, el asta bandera y la plaza cívica del Congreso, con el argumento de que trabajadoras y trabajadores tengan un lugar digno donde tomar sus alimentos.

Si estuvieran preocupados por el personal del Congreso, no deberían dejar de atender las denuncias de acoso sexual y laboral, en donde prevalece la impunidad y la peligrosa revictimización contra las personas denunciantes. Ha prevalecido la complicidad con los victimarios por parte de las autoridades y la falta de empatía con las víctimas.

REGRESA EL MIEDO LABORAL

La llegada de la nueva XVIII Legislatura ha ocasionado que resurja el miedo entre trabajadoras y trabajadores, por los posibles despidos que suceden en cada renovación. Sobre todo, entre las personas denunciantes a quienes se vuelve amenazar con el despido: “Me van a ascender y ahora sí te vas”.

Además de la incertidumbre “normalizada” en cada cambio, hay otros temores más profundos entre las víctimas de acoso laboral y sexual, quienes ahora están sufriendo doble victimización.

Hay casos de violencia de género que no fueron atendidos por Jissel Castro Marcial como nueva presidenta de la Jugocopo, ya que al ser mujer podría haber empatía con las víctimas: Esperanza fallida.

SAID VILLANUEVA PROTEGIDO POR LA FGE

Tales son los casos de Said Villanueva Alpuche, quien tiene denuncia por acoso sexual ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y siguió ocupando su puesto junto a Jissel Castro, así como Jennifer Santana Casarín, titular del Instituto de Investigaciones Jurídicas, denunciada por acoso laboral y presunta encubridora de Said Villanueva.

La FGE de Raciel López sólo actúa ante la presión social y cuando los cadáveres aparecen en los parajes de Raudales o de la Bahía. Mientras, las denuncias por acoso en el Congreso, permanecen “congeladas” prolongando el terror laboral entre quienes tuvieron el valor de denunciar.

JISSEL CASTRO, ¿SECRETARIA GENERAL?

El pánico crece más con el rumor de que Jissel Castro será nombrada secretaria general en la XVIII Legislatura, en lugar de Lirio Calderón, quien tampoco ha hecho algo por las víctimas, al contrario.

La impunidad de estos dos personajes continuará, ya que comentan entre pasillos que serán ascendidos a cargos de jerarquía superior y amenazan con hacer una purga contra las personas que los han denunciado.

Este ambiente tóxico coloca a las víctimas en situación aún más vulnerable y pone en riesgo su seguridad laboral e integridad física, porque temen ser despedidas y/o agredidas criminalmente.

Al interior del Congreso existen instancias que deberían atender, pero tampoco hacen su trabajo, como son los casos del Órgano Interno de Control y el Órgano Interno de Igualdad de Género, Prevención y Atención de la Violencia contra las Mujeres del Poder Legislativo, cuya titular Elizabeth Moreno, parece estar más del lado de los victimarios que de las víctimas.

¿Y LA 4T?

No se ha valorado el daño que causan estos funcionarios de segundo y tercer nivel que se marean con un pedacito de poder. Su conducta contradice los principios 4T, sin compromiso con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la gobernadora Mara Lezama Espinoza, a quienes dejan solos con el paquete de la transformación, porque personajes como Said Villanueva y Jennifer Santana, al parecer no actúan como 4T, sino como antiguos prianistas.

Si son inocentes o culpables, que se proceda, pero de una vez que se resuelva; con enfoque de género y sin revictimizar; que el discurso y la práctica no se contradigan: “no mentir, no robar, no traicionar”.

Aceptando sin conceder, las autoridades deben escuchar y atender, porque es su trabajo; no dejar todo en el aire y que le estalle a los titulares de los poderes Legislativo y Ejecutivo, por no hacer su chamba.

El miedo y la incertidumbre laboral andan sueltos por los pasillos del Congreso del Estado, ante la dejadez de la sui géneris 4T quintanarroense, con tantos frentes abiertos, sin necesidad, que finalmente tendrán sus efectos en las próximas elecciones 2027, que parecen muy lejanas, pero están a la vuelta de la esquina. Usted tiene la última palabra.

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