Las autoridades federales se mantienen en alerta para lo que será el inminente contagio masivo del coronavirus en México, del que, hasta el viernes pasado se habían reportado casi 30 casos confirmados en los Estados de Nuevo León, Durango, Puebla, Querétaro y Ciudad de México. Pero ésta no es la primera vez que el país se enfrenta a un evento de este tipo. En marzo de 2009 ocurrió en México el primer caso de gripe AH1N1, que se extendió al resto del mundo y dejó más de 18 mil muertos. Esa vez, el Gobierno federal de Felipe Calderón tomó medidas drásticas para tratar de impedir el contagio, por lo que ordenó el cierre temporal de negocios y escuelas, y la cancelación de eventos públicos durante casi dos semanas. Esto provocó una pérdida económica para el país de alrededor de 57 mil millones de pesos, según estimados de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo que generó muchas críticas. Sin embargo, la medida funcionó y al final se registraron menos de 200 muertes por este mal en territorio mexicano. Ahora, cuando el Gobierno federal apenas se preparaba para hacer frente al coronavirus, el Gobierno del Estado de Quintana Roo ya había tomado acciones para prevenir la entrada del virus, mediante el establecimiento de verificaciones sanitarias en los principales puertos aéreos y marítimos, debido al gran número de turistas que arriban al día, lo que le valió el reconocimiento de las autoridades federales. Pese a ello, aún tendrá que afrontar las pérdidas económicas que ya está empezando a ocasionar la restricción de viajes en otros países y que afectará con fuerza al turismo, actividad económica de la que depende en mayor medida la entidad.
Javier Ramírez
Mucho antes que las mismas autoridades federales, las quintanarroenses iniciaron una intensa vigilancia sanitaria por la posible entrada de algún turista afectado por el coronavirus, situación que tomó relevancia nacional hace tres semanas, cuando se informó de la llegada de un crucero a Cozumel que había sido rechazado en otros puertos por un presunto caso del virus.
La situación, pese a los agoreros del desastre, concluyó de manera satisfactoria y dejó una buena imagen para el Estado.
Sin embargo, la enfermedad sigue avanzando y con ello aumenta el número de viajes y cuartos cancelados. Se espera que durante los siguientes meses el problema recrudezca a niveles parecidos a la pandemia que azotó al país en 2009, lo que provocaría la pérdida de millones de dólares y, por ende, de cientos de empleos en la llamada ‘industria sin chimeneas’.
Pandemia
El llamado Covid-19, que comenzó a afectar en diciembre pasado a los habitantes de la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, China, ha avanzado por toda Asia y Europa, hasta llegar al Hemisferio Occidental, de Canadá a la Argentina. De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 140 mil casos se han registrado en el todo el mundo, provocando la muerte de al menos cinco mil personas, debido al índice de letalidad de 0.7 por ciento.
China, Italia e Irán son hasta el momento los países con más casos registrados, con 81 mil, 15 mil y 11 mil, respectivamente (cediendo en el primer caso, y creciendo en los otros dos), seguidos de Corea del Sur, España, Alemania, Francia y Estados Unidos.
Alerta en Cozumel
Dada su economía basada principalmente en la llamada ‘industria sin chimeneas’, Quintana Roo ha estado preparado desde finales del año pasado para detectar cualquier posible entrada de turistas afectados por el virus, estableciendo puntos de revisión tanto en aeropuertos como en puertos marítimos.
Fue precisamente en el puerto de cruceros de Cozumel donde las autoridades de los tres órdenes de Gobierno atendieron el hasta ahora mayor peligro de contagio en el país, cuando el pasado 26 de febrero se informó que la tripulación del crucero MSC Meraviglia había solicitado atraco en la isla, luego de haber sido rechazados por las autoridades de Jamaica e Islas Caimán por temor a que uno de sus 4 mil 500 pasajeros estuviera contagiado del Covid-19.
Aunque las condiciones climáticas no permitieron su arribo esa noche, las autoridades autorizaron al siguiente día el atraco inmediato e iniciaron una revisión de los posibles casos de coronavirus. Los resultados arrojaron que se trataba de influenza tipo A, por lo que no había peligro alguno.
El impacto del AH1N1 en 2009
El Estado se había mantenido libre de este mal –hasta el viernes pasado por la noche-, pero cada día surge un nuevo caso, principalmente en el norte y centro del país, a causa de personas que llegan de otros países, por lo que sólo sería cuestión de tiempo para que se registren los primeros casos en Quintana Roo.
Sin embargo, aún si la afectación no es tan grave, Quintana Roo se verá severamente golpeado por las consecuencias tomadas por los Gobiernos y ciudadanos de otros países, como se pudo vivir en el año 2009, cuando a causa del brote de la gripe AH1N1 gran parte de México se paralizó durante dos semanas para tratar de impedir el contagio.
Para el país, y principalmente para el Caribe mexicano, significó desplomes de hasta 70 por ciento en la ocupación hotelera, debido a la cancelación de hasta el 90 por ciento de los vuelos.
En ese año, varios eventos nacionales fueron cancelados o suspendidos de último momento, como ocurrió recientemente al anunciarse que el Tianguis Turístico de México, que se celebraría en la ciudad de Mérida del 22 al 25 de marzo, fue reprogramado para septiembre próximo.
El entonces presidente de la Confederación Nacional Turística (CNT), Miguel Torruco, hoy titular de la Secretaría federal de Turismo (Sectur), señaló que debido a las afectaciones causadas a una de las principales fuentes de divisas del país, el Gobierno mexicano tenía que iniciar un plan de rescate del turismo, que incluyera apoyos económicos, exenciones o condonaciones fiscales, así como una campaña mundial para reposicionar a México nuevamente como destino turístico.
La alerta por la gripe AH1N1 puso en riesgo los más de dos millones de empleos directos que generaba en ese entonces la industria turística, debido a que al no haber visitantes los ingresos disminuyeron al grado de cerrar cientos de negocios.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda federal, la pandemia costó al país 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir alrededor de 57 mil millones de pesos.
Rescate del turismo
Luego de pasada la emergencia, en mayo de ese año, la Secretaría de Turismo tomó en cuenta el consejo de Miguel Torruco e ideó un plan para reactivar la economía, invitando a los hoteleros a iniciar promociones para atraer de nuevo a los turistas.
Incluso la Organización Mundial de la Salud colaboró en el rescate del turismo mexicano al organizar en Cancún el foro denominado “Lecciones aprendidas ante la influenza AH1N1”, donde ofreció un modelo de reporte rápido de medidas de control agresivas y una manera de compartir los datos sobre el virus.
El entonces presidente Felipe Calderón reiteró que México, pese a haber sido ‘satanizado’ entonces por ser origen del virus, no restringiría ningún vuelo ni discriminaría a ciudadanos de los países afectados por la pandemia.