
Por Francisco Hernández
CHETUMAL.- La rehabilitación de la Casa del Estudiante Universitario Indígena de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Uqroo), que fue anunciada por la gobernadora del estado, Mara Lezama Espinosa, costará más que lo invertido en su construcción, pero no se ha anunciado que se acompañe con acciones y procedimientos de sanción para los responsables del abandono y deterioro del inmueble que será reparado con una reinversión de tan alto monto, pese a constituye un daño al patrimonio y la hacienda públicos.
El lunes cuando la mandataria estatal anunció la inversión para el rescate a la Casa del Estudiante Universitario Indígena, en el marco de la entrega del Premio Estatal de la Juventud 2025, funcionarios del gobierno del estado colocaron un cartel con los datos del proyecto de rehabilitación, que decía que costará 12 millones 884 mil 463 pesos, es decir, un monto poco más de medio millón de pesos por encima de lo que costó construir el edificio, que tuvo una inversión original de 12 millones 354 mil 67.19 pesos.
En el cartel, que fue retirado después del anuncio, se detalló que ese dinero se aplicará a atender el acceso principal, sanitarios, dormitorios, pasillos, cocina y áreas de juegos, impermeabilización, cancelerías, herrería, plomería, instalaciones hidrosanitarias, instalaciones eléctricas, pintura y pisos, de los tres edificios que conforman el conjunto, A, B y C y su exterior.
En pocas palabras, se recuperarán todas las instalaciones que fueron vandalizadas y saqueadas debido al abandono y el deterioro en que se dejó el albergue estudiantil durante los casi 7 años desde que fue inaugurado en noviembre del 2018, y especialmente durante el cierre de escuelas en la pandemia del Covid-19.
El gasto en esta ocasión correrá a cargo del gobierno del estado, con una bolsa que definió la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), y en la ejecución y supervisión de la obra participarán la Secretaría de Obras Públicas (Seop), el Instituto de Infraestructura Física Educativa de Quintana Roo (Ifeqroo) y el Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado (Inmaya).
“Ruin, cruel y pecado” el abandono
Cuando se construyó, la inversión la hizo el gobierno federal, a través de la entonces llamada Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), que hoy es el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), así que el estado terminará pagando los costos de la negligencia y las omisiones de los funcionarios a los que les “valió sorbete” y permitieron que al edificio “lo vandalizaran, le robaron las ventanas, los cables, las luminarias, el mobiliario, el baño, la barra, los manerales, los mingitorios”, como dijo la gobernadora en su mensaje ante los jóvenes.
“Fue ruin y cruel lo que hicieron. Mal el que robó, mal el que vandalizó, mal el que se llevó los manerales, el mingitorio y todo lo demás. Pero el gobierno que lo permitió, que fue omiso, todavía tiene una mayor responsabilidad. Para mí es pecado.
Pero es lo importarte, las y los estudiantes, y mucho menos pensar que ese hogar se había llevado a cabo con dinero del pueblo. ¿Y saben que hicieron? Le jalaron al baño y ese dinero se fue todo y ahora hay que reinventir. Pero nosotros no somos aquellos de ‘ay no, lo hizo otro gobierno’, no. Lo vamos a rehacer, y allí van a estudiar y allí van a poder abrazar un futuro mejor 100 personas, seres humanos con nombre y apellido, estudiantes que van a poder extender sus alas”, expuso el lunes.
Pese a la indignación, hasta el momento no hay un anuncio de acciones de la Secretaría de Anticorrupción y de Buen Gobierno (Sabgob), o de denuncias ante la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo) o ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) contra los funcionarios de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Uqroo) y del gobierno del estado encabezado por Carlos Joaquín, así como de la CDI o del INPI que permitieron que se causara este daño al patrimonio público durante tantos años.
Dos rectorados no la pusieron en funcionamiento
La Casa del Estudiante Universitario Indígena fue inaugurada el 30 de noviembre del 2018, por el entonces rector de la Uqroo Ángel Rivero Palomo, hoy secretario Particular de la gobernadora del estado, en compañía de la delegada de la CDI, Susana Valencia Moreno, durante el gobierno de Carlos Joaquín González.
Entonces se dijo que la obra se realizó en un predio de 6 mil 355 metros cuadrados que la Uqroo puso a disposición a la CDI en calidad de comodato por un tiempo de 25 años, y que contaba en su primera etapa con dormitorios, cocina, comedor, sanitarios, terraza de usos múltiples y áreas de servicios para atender a 100 estudiantes, 50 mujeres y 50 hombres en espacios separados.
Pero la casa no se puso en operaciones de inmediato, sólo se inauguró y para julio del 2019, el todavía rector Ángel Rivero Palomo y el nuevo delegado del ya denominado INPI, Francisco Rosado May, anunciaron que iniciaría funciones en el ciclo universitario de Otoño del 2019, o sea, un año después de su inauguración, con estudiantes escogidos por la Uqroo en septiembre de ese año conforme a las reglas de operación del gobierno federal, lo cual nunca ocurrió.
Pero Rivero Palomo terminó su gestión el 15 de agosto del 2019, y al día siguiente lo sucedió en la rectoría Francisco Xavier López Mena, que había sido el secretario de Gobierno de la administración de Carlos Joaquín.
Rivero Palomo dijo que esa la entregó en 2019 a su sucesor, Francisco López Mena, pero “por causas desconocidas” jamás se implementó el programa de apoyo, dejaron de lado el procedimiento de selección de beneficiarios y el edificio quedó sin utilizarse y sin vigilancia, lo que derivó en su saqueo, vandalización y deterioro.
Así que hebra de donde jalar para encontrar a los responsables, solo que el fincamiento de responsabilidades se dejó de lado, pese a que el gobierno retoma la indignación de la sociedad y al costo doble que tendrá para la hacienda pública el conjunto de omisiones y negligencias que causaron este daño patrimonial.