
TULUM.- A pesar de la reciente apertura del sitio arqueológico de Ichkabal, en el municipio de Bacalar, la afluencia a las zonas arqueológicas de Quintana Roo continúa muy por debajo de los niveles históricos, de acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Datos acumulados hasta noviembre de 2025 indican que los 13 sitios arqueológicos abiertos al público en el estado registraron en conjunto un millón 605 mil 491 visitantes, una cifra lejana a los máximos alcanzados antes de la pandemia.
La Zona Arqueológica de Tulum se mantiene como el sitio más visitado, con 980 mil 219 ingresos, aunque sin lograr superar el millón de visitantes como ocurrió en años anteriores. Le sigue Chacchoben, con 220 mil 644 visitantes, y en tercer lugar Cobá, con 171 mil 108 ingresos, luego de su reapertura tras trabajos de rehabilitación realizados por el INAH.
Las cifras actuales contrastan de manera significativa con el récord de 3 millones 399 mil 187 visitantes registrado en 2018, considerado el mejor año para el turismo arqueológico en la entidad. A partir de 2019 se inició una tendencia a la baja que se agudizó en 2020, cuando la pandemia por COVID-19 redujo las visitas a 979 mil 381 personas.
Posteriormente, el sector mostró una recuperación parcial: en 2021 se contabilizaron un millón 455 mil 581 visitantes; en 2022, un millón 826 mil 594; y en 2023, un millón 841 mil 222 ingresos. Sin embargo, en 2024 volvió a registrarse un descenso, con un millón 799 mil 609 visitantes, tendencia que se mantiene durante 2025.
En lo que va del presente año, el INAH reporta que la mayoría de los visitantes han sido extranjeros, con un millón 142 mil 307 ingresos, frente a 630 mil 617 visitantes nacionales, lo que refleja una creciente dependencia del turismo internacional para la sostenibilidad de estos espacios culturales.
Finalmente, las estadísticas destacan por la nula afluencia registrada en los sitios arqueológicos de Xel-Ha y Muyil, que no reportaron ninguna visita durante el periodo contabilizado, pese a formar parte de la oferta cultural y turística de Quintana Roo.