El minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
El 13 de marzo del 2020 se registró en el Estado el primer caso de Covid-19, y hoy, a poco más de dos años de distancia, podemos decir con seguridad relativa que el balance de la epidemia en Quintana Roo es positivo, pese al lamentable deceso de casi cuatro mil quinientas personas, cantidad mucho menor a la que se esperaba en los primeros días de la plaga.
Llegar a esto fue posible no sólo por la notable labor del presidente López Obrador y su gabinete, sino también a los esfuerzos del gobernador, Carlos Joaquín González, y de Yohanet Torres, la exsecretaria de Finanzas, quienes tuvieron que enfrentar la crisis sanitaria con las arcas vacías y sin acceso a fondos federales de emergencia, pues la epidemia azotaba al país y al mundo.
Si loable fue la labor del cuerpo médico estatal, el que resintió la pérdida de muchas vidas, el manejo de las finanzas fue crucial no sólo por el abasto de aparatos y fármacos -se llegaron a mil camas disponibles- lo que supuso una inversión de cerca de 12 mil millones de peso, sino también por la asistencia con insumos y víveres que se brindaron a la comunidad.
Se entregaron más de un millón de despensas en todo el Estado, casi 400 mil vales de apoyo en la compra de gas y se subsidió el costo del servicio eléctrico de casi el 70% de los usuarios, y ello significó un descenso vital de la movilidad en las ciudades, descenso que menguó el impacto de la enfermedad, en especial en Cancún y Playa del Carmen, los núcleos más poblados.
El esfuerzo fue enorme, pues para abril de 2020, en lo más difícil de la crisis, no sólo habían caído todos los ingresos del Estado por el cierre de hoteles -se perdieron casi seis mil 500 millones de dólares—, sino, además, el confinamiento redujo más los márgenes fiscales y todo ello sin frenar la operación gubernamental…
Días difíciles aquellos y aunque hoy se antojan lejanos, ocurrieron apenas hace unos meses…
Casi al cierre del Gobierno estatal, vaya este breve comentario como un reconocimiento al trabajo de Carlos Joaquín y su equipo en el manejo de la pandemia, un manejo que evitó que el número de muertos alcanzara los dramáticos cálculos que había para el turístico Quintana Roo.