
TEXAS.- Autoridades municipales de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y sus contrapartes de Laredo, Texas, acordaron evitar redadas migratorias o intervenciones en detenciones, alineándose con otras ciudades de Estados Unidos consideradas como santuarios.
La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal anunció que sostuvo una reunión con el alcalde de Laredo, Texas, en la cual este último aseguró su compromiso con el acuerdo.
Adicionalmente, el portavoz del departamento de policía estadounidense negó cualquier participación de sus agentes en un supuesto caso de acoso a un ciudadano.
Canturosas señaló que el flujo de deportaciones migratorias no ha cambiado desde el inicio de la administración de Donald Trump, pues las cifras rondan entre los 60 y 100 personas deportadas.
Aunque, aclaró, que las autoridades estatales continúan en alerta para cualquier contingencia.
A finales de enero de este año el Gobierno federal y estatal unieron fuerzas para colocar enormes carpas en las tres ciudades más importantes de la frontera; con la capacidad de albergar a 2 mil 500 personas que después de ser revisadas médicamente poder ser trasladadas a su lugar de origen.
Ante la tensión por las diversas redadas que se han registrado en diferentes ciudades de los Estados Unidos, el departamento de Policía de Laredo, Texas, anunció en su cuenta oficial que no intervendrá en acoso e investigación del estatus migratorio de migrantes.
“El departamento de la policía de Nuevo Laredo, no participa en la aplicación de leyes de inmigración civil, ni en deportación masivas, ni nuestros oficiales, preguntan de manera proactiva sobre el estatus migratorio de una persona”, destacó.
Agregaron que brindaran asistencia al ICE y al Departamento de Seguridad, pero como asistencia de presencia:
“El departamento de la policía de Laredo no permite que los oficiales inicien acciones policiales únicamente para determinar el estatus migratorio de una persona. Si bien podemos coordinarnos con agencias federales, cuando sea apropiado, nuestro enfoque sigue siendo mantener la paz, reducir el crimen y mejorar la calidad de vida en Laredo”.
Fuente: Excélsior