CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que se esté utilizando el software Pegasus para vigilar a civiles, información revelada por Guacamaya Leaks, culpando al mismo tiempo a agencias internacionales del hakeo a el Ejército.
“¿Quién es Guacamaya? ¿Quién hace ese espionaje? ¿Por qué no hacer una investigación ustedes sobre eso? Porque yo sospecho que son agencias internacionales vinculadas con el grupo conservador que encabeza Claudio X González. Entonces esa información, que es ilegal, porque no se puede extraer o hackear información de ninguna dependencia del gobierno, de ningún particular”, apuntó el presidente.
El presidente ha sido cuestionado en varias ocasiones sobre si el Ejército ha realizado espionaje a civiles. En todas ellas rechaza que así sea.
De acuerdo con investigaciones de medios de comunicación como Animal Político y la Revista Proceso, que parten de las revelaciones hechas por los documentos robados al Ejército por los ciberactivistas de Guacamaya: en 2019, la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) compró un sistema de monitoreo a Comercializadora Antsua, representante en México de NSO Group, dueña del software Pegasus”, con lo cual, en este sexenio al menos tres personas han tenido infecciones espía.
Ante esto, López Obrador subrayó en su mañanera que las actividades de inteligencia se realizan exclusivamente con órdenes de un juez. Añadió de manera eufemística que el trabajo de “inteligencia” lo hace el Centro de Inteligencia Nacional del Gobierno (CNI), el cual, “tiene facultades legales para hacerlo”.
“No hay información que se comparte desde el Centro Nacional de Inteligencia —que es la institución que legalmente puede llevar a cabo—“, expuso.
López Obrador dijo que el trabajo de inteligencia se realiza únicamente para mantener la paz y no para reprimir. Por ello, aseguró que se dará un informe sobre este programa digital.
“Hoy vamos a informar sobre esto, vamos a entregar toda la información. No hay nada ilegal en cómo se hace el trabajo de inteligencia, porque es mucho mejor la inteligencia que la fuerza”, dijo el presidente.
De acuerdo con los documentos revelados por los ciberactivistas de Guacamaya, la Sedena estaría operando el programa Pegasus y habría infiltrado teléfonos inteligentes para grabar llamadas y extraer los datos de sus usuarios, como en el caso del activista de derechos humanos Raymundo Ramos.
Sobre el caso del presunto espionaje, López Obrador justificó que se le intervino su teléfono porque: “estaba hablando a un teléfono de un presunto narcotraficante y por eso, como ese presunto narcotraficante estaba siendo investigado, se obtuvo esa grabación, esa es la información que me han entregado”, indicó el mandatario.
Fuente: El Sol de México