
CHETUMAL.- El caso del crematorio para mascotas “Xibalbá” destapó una cadena de negligencias en el Ayuntamiento de Othón P. Blanco. El negocio, que presuntamente defraudó a más de 700 personas en Chetumal, operaba con permisos municipales falsificados, lo que ha abierto una investigación sobre una posible colusión de funcionarios públicos.
La propia presidenta municipal, Yensunni Martínez Hernández, confirmó la información y reconoció que el caso evidenció una falta de comunicación y supervisión entre las direcciones responsables de regular este tipo de establecimientos.
“El problema mostró deficiencias en la coordinación interna”, admitió la alcaldesa, aunque intentó deslindar responsabilidades directas de sus funcionarios.
El ayuntamiento presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) contra el propietario del crematorio, Guillermo Alejandro “N”, por los delitos de falsificación de documentos oficiales, ejercicio ilícito de actividades comerciales y posibles delitos ambientales.
El negocio funcionaba sin licencias válidas de Protección Civil, Ecología o Salud Municipal, pero durante las inspecciones presentaba copias falsas de permisos supuestamente emitidos por el propio Ayuntamiento, lo que permitió su operación durante varios meses.
La situación ha generado cuestionamientos sobre cómo los inspectores municipales no detectaron antes la falsedad de los documentos, lo que alimenta la sospecha de corrupción o encubrimiento dentro del gobierno local.
Martínez Hernández reconoció que ninguna de las áreas involucradas —Desarrollo Urbano, Ecología y Salud— verificó la autenticidad de los permisos antes de autorizar la apertura del local.
Fuentes del Ayuntamiento informaron que la Contraloría Municipal inició un proceso interno para determinar si hubo negligencia o complicidad de servidores públicos durante las inspecciones.
Hasta el momento, 238 ciudadanos han presentado denuncias formales contra el crematorio, acusando fraude y maltrato a los restos de sus mascotas.