
Signos
¿Pero es que Norma Piña no demostró que la justicia de género no le hace justicia a la Justicia?
¿Por qué mejor no la equidad competitiva de cualidades éticas e intelectuales sin exclusiones en lugar de la politiquería de un feminismo militante cuyo segregacionismo proteccionista es tan nocivo para la igualdad de los derechos como la representatividad de Lilly Téllez?
¿Es mejor la Senadora que Noroña?
¿Esas cuotas de género -como todas las cuotas asignadas de manera cupular y en gran medida demagogas y por naturaleza enemigas de la generalidad de los derechos y las garantías fundamentales- son justas para la verdadera equidad democrática?
¿De verdad que no se puede competir hoy día en igualdad de condiciones? ¿Hay cuotas empresariales de género o se contrata desde el potencial de la rentabilidad? ¿Hay cuotas académicas distintivas o el conocimiento se mide por igual en las universidades y los centros de investigación civilizados? ¿Un candidato con adversidades físicas requiere condiciones representativas especiales más allá de sus competencias espirituales y conceptuales; es ‘distinto’ siendo tan igual (o tan inferior o superior) a sus competidores? ¿Un ciudadano no indígena es inferior a sus vecinos indígenas en una comunidad de mayoría indígena y debe ser excluido de competir en una elección democrática por eso? ¿Es cosa de igualdad o de militancia?
Leyes indígenas para indígenas, y mestizas para mestizos, y para hembras y para machos… y por ahí los procesos civilizatorios del fin de los tiempos.
SM