Una joven trabajadora de la popular pastelería yucateca Tere Cazola, denunció ante la Fiscalía del Estado a sus supervisores y jefes por acoso laboral y sexual en su contra, que incluye las amenazas de difundir imágenes íntimas de ella.
Añadió que aunque la empresa vende una imagen de “protección a las mujeres”, la realidad es que es un ambiente laboral tóxico para las féminas.
La persona se llama Asul García, y escribió en su perfil de Facebook, lo sufrido en ese tiempo laboral.
“Yo inicié a trabajar en el Call Center de la empresa, al principio como en todo trabajo fue muy bueno, hasta que se hizo presente el abuso de poder, esto por parte de las supervisoras, todo empezó con reglas y normas internas que impedían la interacción entre los asesores, con el fin y el simple hecho de aislarme, e incluso terminó con la difusión de una foto mía en ropa interior con la intención de que me despidieran”, explicó.
Esas mismas mujeres usaron cuentas falsas para llamarla zorra, put@, entre otros adjetivos, cuando la imagen de la chica fue usada para un video promocional de la empresa.
Pero no sólo las supervisoras la acosaban.
Menciona que a los supervisores se les permite en beneficiar y en afectar a los vendedores como ellos deseen, por lo que, ellos tienen preferencias e inclusive relaciones fuera de lo laboral.
En la publicación, la usuaria de Facebook, dice que ese tipo de relaciones extra laborales en la que “los beneficiados reciben un trato increíble”, también se les modifica los checadores, para que no sean afectados en su sueldo, además se les permite llegar en estado de ebriedad, o faltar sin ser sancionados.
Citó como ejemplo que uno de esos “beneficiados” la tocó de manera inapropiada y uso un lenguaje indebido con ella, por lo que la joven, ante el hecho, lo reportó, pero la sanción por parte de recursos humanos de la empresa y el del jefe de área, solo fue de suspenderlo por dos días.
Cita que tiene pruebas de los acosos que sufren las cajeras por parte de los vendedores, quienes las abrazan, las besan y las acarician, a pesar de que son rechazados. Esta es la razón por la que la mayoría de las jóvenes no duran en el puesto, y son amenazadas después para no interponer denuncia.
Por otro lado, al renunciar, vivió la última mala experiencia ante el abuso, pues una vez presentada su renuncia, distintas amigas y excompañeras laborales, le hicieron saber que hay personas de esa empresa pastelera, buscando fotos íntimas de ella en las redes sociales.
Debido a tantos abusos, procedió a interponer a la pastelería, para qué se habrá una carpeta de investigación ante el abuso y acoso que ha sufrido durante mucho tiempos
La Fiscalía de Yucatán ya analiza el caso.