Es una realidad innegable que en virtud de la situación económica global, luego de haber pasado una pandemia mundial, hay gran parte de la población mexicana que se encuentra en una situación más que delicada en términos financieros. De hecho, un informe del Fondo Monetario Internacional, que analiza distintas variables, mostró que dentro de las 10 ciudades de Latinoamérica que su población más endeudada se encuentra, México resultó con un 15%.
Por ejemplo, para ir a cifras que sean realmente concretas, se pueden citar algunos datos que resultaron de la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH). Este estudio mostró, por ejemplo, algo que es positivo y es que el 99% de los hogares mexicanos tiene algún tipo de bien que sea material. Ahora bien, pero del total de mexicanos que respondieron, el 57% afirman tener algún tipo de deuda que afecta su capacidad de pago en la vida cotidiana.
Siguiendo con el análisis de estos datos, de ese total de 57% que tiene algún tipo de deuda, se puede decir que más de la mitad (un 55% estimado), tiene un pasivo que es por hipoteca, como puede ser la compra de una vivienda. Otro 11% expresa tener pasivos pendientes con entidades bancarias o tiendas departamentales por compras con tarjeta de crédito, y un 9% por haber comprado mediante un financiamiento un vehículo. Un lugar menos importante ocupan los préstamos personales rápidos o de nómina, ya que el 8% indica tener para pagar esos servicios financieros. Con respecto a esto, por último se dividen distintos tipos de pasivos, con un 15%.
Sin dudas que hay muchos consejos de especialistas acerca de cómo se deben manejar las finanzas personales para que éstas sean realmente sanas y evitar los problemas a futuro. Por ejemplo, en primer lugar se podría dejar de solicitar por un determinado tiempo financiamientos de cualquier tipo, a los fines de poder ordenar qué es lo que se debe, y enfocarse siempre en tratar de cancelar aquellas deudas que tengan más alta la tasa de interés, sin que sea necesariamente la deuda más grande. Por otro lado también se puede priorizar deudas a la hora de pagar, y no efectuar pagos mínimos en las tarjetas, por ejemplo, porque en esos casos hay más intereses y muchas veces se hace muy difícil terminar de pagar.
Por ejemplo, para evitar problemas de dejar de pagar y generar más intereses, lo que se puede hacer es negociar con la entidad financiera acreedora, llegando a un acuerdo previo, con reducción de mensualidades, como una alternativa, o bien, realizar compra de cartera, con un nuevo financiamiento. Claro que habrá un sinfín de formas de mejorar tus finanzas, a los fines de no perder el buen historial crediticio y seguir mejorando día a día. Lo clave está en que soliciten los usuarios financieros un crédito sólo cuando sea realmente necesario o cuando sea para un gasto grande. A partir de eso, si efectivamente es necesario, lo pertinente es diseñar un presupuesto de cómo se va a gastar ese dinero y con qué recursos se va a realizar la devolución. Sólo de esa forma se puede tener tranquilidad financiera y bienestar personal.