
Signos
Se puede desmentir o precisar cuanto se quiera. Lo cierto es que acusaciones contra las autoridades políticas, las Fiscalías, las Policías y los órganos jurisdiccionales locales como socios o cómplices del crimen organizado (sea ‘narco’ o dedicado a todas las modalidades de la industria del miedo, la intimidación y el terror: extorsión, despojo, trata, control público, financiamiento electoral, etcétera) cunden ya por todo el territorio nacional sin excepciones, soportadas en incontables y cada día más crecientes testimonios y probadas y sobradas evidencias. No, no hay poder político, policial, ministerial y judicial en los Estados del país que no esté coludido con el crimen organizado.
SM