Érika M. Díaz se ha vuelto viral, debido a que varias de sus compañeros pidieron su despido, debido a que consideran que es indebido que su uniforme le quede demasiado justo.
“Lo siento, pero no tengo culpa de mi cuerpo. Puedo dejar de hacer ejercicio y comer chatarra para engordar y hacerlas felices, pero no creo que sea una opción para mi salud”, dijo la joven de 23 años.
Explicó que hace unos meses llegó a Estados Unidos para trabajar, esperando que cambiara la situación que vivió en su natal Guadalajara. No creyó que también en este lugar sería discriminada por sus compañeras por ser demasiado guapa.
“Soy enfermera, voluntaria y sigo estudiando. No me meto con nadie. Salgo del hospital, voy a la clínica a ayudar y después a estudiar. Ni siquiera tengo tiempo para salir con alguien. Me estoy dando el tiempo a mi misma. No entiendo porqué tienen que atacarme”, declaró.
Citó que también en Guadalajara sufrió ataques, con señoras enfermeras que la criticaron por la forma en que se le veía el uniformar, llegando a solicitar en varias ocasiones que sea removida.
Afortunadamente no lograron justificar esta acción, lo que permitió a Érika continuar con su carrera.
Citó que apenas concluya sus estudios regresará a México a seguir como voluntaria en hospitales de la Sierra.