
FELIPE CARRILLO PUERTO.- El abandono institucional hacia las comunidades mayas del municipio de Felipe Carrillo Puerto volvió a evidenciarse en Hobompich, donde un grupo de habitantes decidió tomar palas, carretillas y su propio tiempo para bachear el camino de acceso a su comunidad, cansados de esperar una respuesta del gobierno municipal encabezado por Maricarmen Candelaria Solís.
El tramo que conecta X-Pichil con Hobompich llevaba meses en condiciones deplorables, lleno de baches y zonas prácticamente intransitables que dificultaban el paso diario de los pobladores hacia sus centros de trabajo, escuelas y clínicas.
Ante la falta de atención del Ayuntamiento, los vecinos pidieron autorización para usar material sobrante que había sido utilizado por la administración municipal para rellenar las orillas del camino, y organizaron una jornada comunitaria para repararlo por su cuenta.
Sin maquinaria, presupuesto público ni apoyo técnico, los hombres y mujeres de Hobompich hicieron el trabajo que la autoridad no quiso hacer: garantizar su derecho a la movilidad y a un acceso digno a su propia comunidad.
El contraste es evidente. Mientras en la cabecera municipal se anuncian obras menores con fines propagandísticos, las comunidades rurales mayas siguen dependiendo de la autogestión para resolver necesidades básicas. Para muchos, esta situación refleja no solo negligencia administrativa, sino un desprecio institucional hacia las zonas indígenas del municipio.
Aunque el esfuerzo comunitario permitió mejorar temporalmente las condiciones del camino, los habitantes advierten que las lluvias volverán a deteriorarlo si no se realiza una rehabilitación integral. Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha emitido postura ni enviado personal al lugar.
El caso de Hobompich se ha convertido en un símbolo de resistencia y organización comunitaria frente al abandono oficial. Mientras tanto, la administración de Maricarmen Candelaria Solís continúa acumulando reclamos por omisión e indiferencia, en un municipio que sigue esperando atención equitativa para todos sus pueblos mayas.