CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que ayer dialogó con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, para que se invite a todos los países de la región a la Cumbre de las Américas, la cual se realizará en junio próximo en la Ciudad de Los Ángeles, California y subrayó que el canciller Marcelo Ebrard le está ayudando a convencer a la Casa Blanca con ello.
“De eso hablamos con el embajador que —dicho sea de paso—, es una persona respetuosa, Ken Salazar”, expresó este miércoles López Obrador y agregó que “seguramente no le va a gustar a otros que diga que el embajador de Estados Unidos es respetuoso”.
López Obrador mencionó que el embajador Salazar le dijo que todavía hay tiempo para tratar este asunto, aunque el mandatario mexicano dijo que “ya era tiempo” de poner el tema en la mesa.
El presidente declaró ayer que como medida para de presión a la Casa Blanca para que se acepten sus términos de invitar a todos los países de América a la Cumbre, él no asistiría a ella, y mandaría en representación al canciller Marcelo Ebrard. Esta declaración hizo que casi de inmediato acudiera a Palacio Nacional el embajador Salazar y este miércoles López Obrador volvió a retomar el tema al presentar un mensaje en redes sociales del periodista Jorge Ramos.
En el mensaje, Ramos acusó a López Obrador de ponerse de lado de los “dictadores” que gobiernan en Cuba, Venezuela y Nicaragua y con ello pretender que se invite “a la fiesta a matones, torturadores, censores y represores”.
No obstante, López Obrador se mofó del comentario de Ramos y respondió que el mensaje del periodista le recordó la filosofía de Jesús Cristo sobre oponerse a lapidar a las personas, mientras justificó que lo que él busca es la unidad: “nos conviene, para eso es la política, para eso es la diplomacia”, subrayó.
López Obrador también acusó que todos los internacionalistas mexicanos están en contra de su proyecto político y de su acercamiento a los países de Latinoamérica y reprochó que el embajador Arturo Sarukán critique su postura de no ir a la Cumbre en Los Ángeles mientras lo acusó de ser partícipe en un fraude electoral en 2006.
Subrayó que va a seguir insistiendo en que no se excluya a los países de América Latina y dijo que no sabe cómo su llamado de unidad lo consideraron como un respaldo a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Añadió que ya otros presidentes, como el de Bolivia, Luis Arce Catacora, le había comentado que no consideraba adecuado que no se les incluya en el diálogo de la Cumbre y que “era una falta de respeto”, mientras aseguró que otros presidentes, durante su gira del fin de semana pasado en Centroamérica y el Caribe, le mencionaron que “se debe hacer un trabajo de convencimiento” con Estados Unidos.
Agregó que, en el marco de las elecciones estadounidenses, hay grupos políticos “ventajosos” que siempre han usado las políticas de extrema derecha para sacar provecho en lo económico y en lo político.
“Es el caso de algunos grupos —tampoco puedo generalizar—, de cubanos que viven en la Florida que son los que presionan a los gobiernos y tienen mucha influencia en los partidos y son los que sostienen el bloqueo y el gobierno les hace caso y son sus políticas las que se imponen cuando lo que están haciendo es asfixiar a un pueblo, provocar el sufrimiento de un pueblo por sus intereses”, acusó.
Aseguró que “es mezquino” que con políticas de bloqueo económico en Cuba se busque que el pueblo cubano se rebele contra su gobierno, mientras resaltó que esa “estrategia” es ruin y medieval; aunque matizó que el presidente Joe Biden es una persona humana y entiende su circunstancia.
Por lo anterior concluyó que Biden debe hacer un cambio en su política y señaló que, aunque tenga opositores a esto, “si toma una decisión de invitar a todos, todos los pueblos de América Latina van a saber reconocerlo, porque se abre una etapa nueva para el diálogo y el entendimiento”. Finalmente, dijo que el canciller Marcelo Ebrard le está ayudando a impulsar esta propuesta con Estados Unidos.
Fuente: El Sol de México