
CIUDAD DE MÉXICO.- El mismo día que recuperó su libertad, Israel Vallarta, conocido por el polémico caso del montaje televisivo de 2005, no descartó una futura incursión en la política mexicana. Luego de pasar casi 20 años en prisión sin sentencia, Vallarta dejó entrever que buscará un espacio desde el cual “abonar” a la reconstrucción del país.
En entrevista con la señal pública Canal Once, expresó su deseo de convertirse en senador, aunque aclaró que es solo una de las posibilidades que evalúa:
“Quiero ser un mexicano que abone, que ayude, que ponga un granito de arena (…) Tal vez llegue una sorpresa, y quizá, ¿por qué no?, un senador para legislar. No lo sabemos”.
La declaración llega apenas horas después de su liberación del penal del Altiplano, donde estuvo detenido desde 2005, acusado de liderar la presunta banda de secuestradores “Los Zodiaco”, en un caso marcado por la ilegalidad del proceso y la manipulación mediática. Su captura fue presentada en un montaje televisivo orquestado con participación de la entonces AFI y transmitido por Carlos Loret de Mola en cadena nacional.
Apenas pisó la calle, Vallarta lanzó un mensaje con tono político y cargado de simbolismo: habló de un “nuevo México”, de “cimientos renovados” y de un pueblo dispuesto a “construir juntos”. No faltaron quienes vieron en sus palabras una estrategia para capitalizar su imagen como víctima del sistema, en un país donde el resentimiento hacia la justicia selectiva y los abusos de poder se ha vuelto una bandera electoral.
Con su liberación, el nombre de Vallarta revive un expediente emblemático del uso faccioso de la justicia y los medios, y podría convertirse en un símbolo útil para ciertos sectores políticos. ¿Candidato independiente? ¿Postulado por algún partido afín a las causas sociales? ¿Una figura más en la larga lista de celebridades judiciales convertidas en actores políticos?
Por lo pronto, el exreo aseguró que “la verdad se iba a imponer tarde o temprano” y prometió más revelaciones en los próximos días. “Se van a enterar de muchas verdades”, advirtió.
El caso de Israel Vallarta aún no ha cerrado del todo, pero su nuevo capítulo podría escribirse desde la arena legislativa.