INDIANA.- Una trabajadora del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, por su sigla en inglés), fue brutalmente asesinada por un joven de 23 años al que había dejado de entregarle correspondencia. El sospechoso le disparó en el pecho y aunque fue llevada al hospital de inmediato, la empleada de 45 años falleció ahí.
Angela Summers llevaba un par de años entregando correspondencia en Linwood, Indiana, sin embargo, en abril de 2020 comenzó a tener problemas con el perro de uno de los ciudadanos, pues era agresivo y la atacaba cuando se acercaba al buzón; lo reportó y el servicio postal le envió tres avisos al dueño para que por favor contuviera a su mascota.
Sin embargo, Tony Cushinberry-Mars no atendió las notificaciones del USPS, por lo que a la instancia no le quedo otra opción más que sancionarlo e informarle que a partir de ese momento tendría que ir a la oficina postal por su correspondencia, pues ningún empleado se la llevaría ya a casa.
Eso lo puso furioso, pues estaba esperando un cheque de estímulo por la pandemia de Covid-19, dio a conocer el Daily Beast.
Para el 27 de abril, Angela Summers cumplía con su rutina de trabajo, entregando cartas a los vecinos de Tony, cuando el joven la vio y decidió vengarse. Entonces sacó repelente y se lo rocío encima a la mujer, para luego sacar un arma y dispararle a quemarropa en el pecho, dejándola mal herida. A Summers la llevaron al hospital pero murió ahí.
De acuerdo con documentos oficiales, el asesino salió corriendo de la escena del crimen, y fue a la casa de su tía para esconder el arma y luego se ocultó con su mamá; el USPS inició de inmediato una investigación por el asesinato y ofreció una recompensa de 50 mil dólares a quien diera información que ayudara a dar con el paradero del sujeto.
Tony Cushinberry-Mars fue arrestado un día después del crimen y según documentos judiciales, reconoció “que no tenía la intención de matarla, sino que solo quería asustarla”.
A más de dos años del asesinato de Ángela Summers, el sospechoso se declaró culpable del delito este 7 de julio. Las autoridades lo acusan de asesinato en segundo grado, por agredir a un empleado federal y por disparar un arma de fuego. De acuerdo con la ley de Estados Unidos, matar a un trabajador de gobierno se castiga con cadena perpetua o pena de muerte.
Fuente: El Heraldo de México