Las llamadas ‘Por la Moral en Quintana Roo’ son un grupo de mujeres apegadas a la religión que buscará prohibir su exhibición en los tendederos…
El bestiario
Por Santiago J. Santamaría Guturbay
Y decidieron emprender este difícil camino en busca de conservar las tradiciones familiares y la moralidad. ¡Cansadas de las infidelidades! Un grupo de más de 150 mujeres en nuestro Estado anunció que van a luchar contra las tangas en los balcones. El ver este colorido panorama de ropa interior hace que los hombres tengan ideas alejadas del matrimonio y les genera tentaciones. Este grupo considera que esta ropa interior no es necesaria y mucho menos es relevante sacarla a secar al patio, ya que puede hacerse desde el interior. “Si son tangas no necesita sacarla al patio para que todos lo vean, puede colgarla dentro de su casa, porque es poca tela y no necesita luz del sol para secarse”, declaró Gabriela Rodríguez, promotora de esta propuesta. Añadió que, es una falta a las buenas costumbres que una mujer se exhiba de esa manera. “Una señora que se respete no va a andar exhibiendo su ropa interior, sabiendo de antemano que solo va a tentar a los hijos y esposo de sus vecinas, pero estoy seguro de que todas en nuestra casa tenemos a la típica… que le encanta que los hombres vean sus tangas”, agregó. Multas para quien exhiba sus tangas. De acuerdo con la iniciativa que lanza este grupo de mujeres buscan que la reciba el Congreso de Quintana Roo y de ser aprobada, se logren aplicar multas de hasta 40 salarios mínimos, es decir casi 7 mil pesos.
Hace unos años atrás grupos cristianos en Estados Unidos se quejaban del excesivo contenido sexual de películas producidas por la compañía de Walt Disney. Argumentaban que La Sirenita, Aladino y El Rey León, entre otras películas infantiles, estaban repletas de mensajes subliminales que amenazaban con pervertir las mentes de los niños. La verdad es que lo único que lograron estos fundamentalistas fue delatarse a sí mismos. Ellos eran los de las mentes pervertidas; ellos eran los que estaban obsesionados con el sexo, los que veían penes donde otros solo veían palmeras. Bien sabemos a día de hoy (o deberíamos saber) que bajo la aparente inocencia superficial de los dibujos animados de la factoría Walt Disney se esconden multitud de mensajes subliminales de tendencia conservadora, por llamarlo de alguna manera. Las historietas del tío Walt siempre han hecho una defensa a ultranza de los valores tradicionales del american way of life como el machismo, la bondad de las clases altas y la heroicidad y caballerosidad asexual de los personajes masculinos, a poder ser, de sangre azul. Pero reconozco que no había entrado en profundidad a analizar una película muy bien considerada por el gran público y que data de los años 90: El Rey León.
Algo parecido ocurrió con el entrenador de la selección inglesa de fútbol, Roy Hodgson. El pobre hombre apenas había tenido tiempo de festejar la clasificación de su equipo para el Mundial de Brasil, tras vencer a Polonia, cuando se le acusó públicamente de racismo. La historia salió en The Sun, el diario tabloide más popular de Gran Bretaña. Resultó que en el descanso del partido contra Polonia Hodgson les contó a los jugadores un chiste. El chiste trataba de astronautas, de la NASA, de un cohete en el espacio. El problema, o supuesto problema, es que dentro del cohete también había un mono. El otro problema, o supuesto problema, es que en el vestuario había jugadores negros. Ergo, Hodgson era un racista. O así eligió interpretarlo The Sun, con el apoyo de Kick it Out, una organización británica que se otorga la noble misión de combatir el racismo en el deporte. Andros Townsend, jugador negro de la selección inglesa, inmediatamente lanzó un mensaje a través de Twitter defendiendo a su entrenador. “No entiendo por qué tanto lío”, escribió. “No hubo ninguna intención de insultar y nadie se sintió insultado. ¡Ni siquiera es noticia!”.
Noticia quizá no, pero polémica sí. Y de la polémica se nutren diarios como The Sun, independientemente de que existan motivos reales o no para generarla, independientemente de cualquier criterio ético, de que la reputación de un hombre decente pueda ser injustamente dañada. Kick it Out, siempre alerta a casos de posible racismo en el fútbol, no dudó en sumarse al juego, dando una patada más a Roy Hodgson al insistir vehementemente en que se iniciara “una investigación” para esclarecer “la totalidad de los hechos”. Hay pocas cosas más inaceptables en la sociedad occidental contemporánea que el racismo. De lo peor que uno puede ser acusado es de racismo y eso Hodgson, como figura pública y hombre inteligente que es (sus autores favoritos son Milan Kundera y Philip Roth), lo sabe muy bien. Por eso fue, se supone, que entró en pánico. Reaccionó ofreciendo, primero de todo, una disculpa, aunque aclaró que, como había afirmado Andros Townsend en Twitter, jamás tuvo la más mínima intención de ofender a nadie. Si Hodgson se lo hubiera pensando un poco mejor quizá hubiera concluido que lo más indicado hubiera sido mandar a The Sun y a Kick it Out al infierno. Y haber añadido que eran ellos los que tenían las mentes corrompidas, los que estaban obsesionados hasta un extremo enfermizo en detectar racismo por todos lados. Igual que aquellos grupos cristianos estadounidenses cuyas febriles imaginaciones les llevaban a ver porno en El Rey León. La banal verdad es que a veces, como dijo Sigmund Freud, un puro solo es un puro. En este caso, un mono no es nada más que un mono. Afortunadamente se impuso la sensatez.
‘El jugador del Barça Dani Alves ha vuelto a sufrir un lamentable incidente racista’, ‘En el partido contra el Villarreal un energúmeno le ha tirado un plátano cuando el jugador azulgrana iba a tirar un córner’, ‘Alves ha respondido comiéndose el plátano justo antes de lanzar el saque de esquina ante la mirada atónita del juez de línea’, eran titulares habituales en La Liga de Fútbol Española. La mejor respuesta a un hecho lamentable. No era la primera vez que el brasileño denuncia cánticos o actos racistas hacia su persona o hacia otros compañeros como Neymar. Estoy leyendo noticias relacionadas con las tangas a nivel internacional. ‘Un hombre fue expulsado de un vuelo por usar una prenda interior femenina como cubrebocas’, titula el Miami Herald. Sin duda cada quien tiene sus formas para cuidarse contra el COVID que no quiere abandonarnos. La aerolínea United Airlines tomó la decisión de bajar de uno de sus aviones a un hombre de Florida. ¿El motivo? aparentemente el hombre no había cometido ninguna falta. Incluso llevaba puesto un cubrebocas; sin embargo, cuando una de las azafatas se percató del hombre notó que aquello que cubría su nariz y boca no era un cubrebocas común. ¡El hombre tenía en su cara una prenda de ropa interior femenina! La azafata señaló al sujeto que usar pantaletas rojas sobre la cara no cumplía las reglas sanitarias contra el COVID que maneja de la aerolínea. Así que le solicitaron a abandonar la aeronave. El protagonista, Adam Jenne, aseguró que su intención era mostrar su desacuerdo con las medidas antipandemia que rigen en Estados Unidos. “Esto no tiene sentido. El COVID no sabe que estamos a una altura de crucero. Es estúpido. Todo un teatro”, declaró el hombre. Asimismo puntualizó que el uso de la prenda interior en su cara fue con toda intención. “Estaba tratando de ilustrar este absurdo. Llevar una prenda íntima de mujer en la cara me pareció perfecto”, dijo Adam Jenne. Su chistecito le costó a este hombre la suspensión definitiva de viajes en cualquier vuelo de la aerolínea. Cabe señalar que este no es el primer caso en el que una persona usa una prenda interior femenina como cubrebocas pues esta situación se ha presentado en otros países. ¡Curioso delito! Hombre roba ropa interior femenina de lavandería. Al parecer, el ladrón se llevó el récord del mayor robo de ropa interior de la historia. ¿Por qué un hombre roba ropa interior femenina de una lavandería?, seguramente esa fue la pregunta que se hicieron los policías al enterarse que sucedía un curioso delito. Los hechos sucedieron en Japón, justamente en Beppu, mejor conocida como “la ciudad balneario” más famosa del país. El ladrón de ropa interior femenina fue identificado como Tetsuo Urata, un hombre de 56 años. Una de las victimas quien se dio cuenta y dio aviso a las autoridades. De acuerdo con la televisora local Abema, se informó que el ladrón fue denunciado por una estudiante de universidad de 21 años, sin embargo, prefirió permanecer como denunciante anónima. La joven denunció que el pasado 24 de agosto, Tetsuo Urata le robó seis prendas de su ropa interior de una lavandería. Tras la denuncia interpuesta por la joven, las autoridades correspondientes acudieron a la dirección del ladrón, y tras realizar una inspección, se dieron cuenta de que no solamente estaban las seis prendas que la estudiante denunció. La policía localizó un total de 730 prendas de ropa interior de mujer escondidas por todo el departamento de Tetsuo Urata.
La Habana siempre guardará a Eusebio Leal Spengler como parte de sí misma. El eterno historiador de la ciudad hace un año atrás era recordado por su pueblo que desde la madrugada colgó sábanas blancas en balcones y azoteas en su honor. En Redes Sociales, la iniciativa se multiplicaba en frases como Leal Siempre y Leal a mi Habana, o etiquetas relacionadas con su nombre que marcaron tendencia en Twitter. Además, acompañaba el duelo oficial decretado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, en homenaje a quien “salvó a La Habana por encargo de Fidel y se lo tomó tan apasionadamente que ya su nombre no es suyo, sino sinónimo de la Ciudad”. Su paciente y apasionada labor destacó, más allá de la restauración de edificaciones, parques, plazas y otros espacios, por su enfoque integral y modelo de gestión que conjuga lo patrimonial, cultural y las obras de beneficio social. El pueblo cubano brindó homenaje póstumo a Eusebio Leal en el Capitolio de La Habana, emblemática instalación capitalina que él promovió su restauración, de conformidad con su familia. Las sábanas colgadas en los balcones, es el símbolo de la capital cubana que tuvo su origen en la popular obra del compositor y cantante cubano Gerardo Alfonso, que evoca el espíritu desinhibido y franco de los cubanos, y habla el apego de los habaneros a su ciudad. Esperemos que nuestras moralistas quintanarroenses no hagan valoraciones sobre las sábanas de la Habana Vieja… “Habana, mi vieja Habana. Señora de historia de conquistadores y gente. Con sus religiones, hermosa dama. Habana, si mis ojos te abandonaran. Si la vida me desterrara a un rincón de la tierra. Yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas. De andar tus calles, tus barrios y tus lugares. Cuatro caminos, virgen de regla, puerto de mar. Lugares, destino. El largo muro del litoral, el capitolio y prado. Con sus leones, sus visiones. Sábanas blancas colgadas en los balcones. Habana, mi gran habana. Costumbre de darle una vuelta a la ceiba de noche. Y fiestas en casas de barrios modernos y pobres. De gente noble. Habana, si mis ojos te abandonaran. Si la vida me desterrara a un rincón de la tierra. Yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas. De andar tus calles, tus barrios y tus lugares. Virgen del camino, nuevo vedado residencial. Lugares, destinos. Faro del morro y la catedral. Barrios pequeños y llenos de tradiciones y emociones. Sábanas blancas colgadas en los balcones…”.
Hace unas semanas atrás visité La Habana. En una tertulia con viejas amistades recordamos momentos cuando editábamos las revistas ‘Mar Caribe’, ‘Récord’ y ‘Habanera’ en la capital cubana. En una de las conversaciones salió a relucir la proliferación de las tangas entre la juventud del Caribe. “Antes había que bajar las bragas para descubrir un trasero. Las modas han ido cambiando. Ahora es todo lo contrario para dar con los blumes…”. Uno de los presentes, un veterano periodista, nos aburrió con sus delirantes utopías sexuales, a la vez que mostraba su malestar por las tangas. Una de las mujeres presentes, con una gran capacidad histriónica logró que las utopías se transformaran en distopías. “Intenta hacerte cuanto antes un antígeno prostático. Creo que en lugar de venirte te están orinando en tus noches locas del verano…”. El sueño de una noche de verano (A Midsummer Night’s Dream) es una comedia de William Shakespeare, escrita alrededor de 1595. Narra los hechos que suceden durante el casamiento de Teseo, duque de Atenas, con Hipólita, reina de las amazonas. Incluye las aventuras de cuatro amantes atenienses y un grupo de seis actores aficionados que son controlados por las hadas que habitan en el bosque donde transcurre la mayor parte de la obra. La pieza es una de las más populares de Shakespeare. Felix Mendelssohn compuso una obertura y otras piezas musicales inspirado en esta obra que se utilizaron como acompañamiento. Si bien se ha impuesto el nombre ‘Sueño de una noche de verano’, la traducción correcta sería Sueño de una Noche de San Juan, ya que Midsummer Night es el nombre que se da en inglés al 24 de junio, el solsticio de verano, llamado en español Noche de San Juan.
@SantiGurtubay
@BestiarioCancun
www.elbestiariocancun.mx