(Puebla, 12 de agosto).- Este martes un hombre de 35 años de edad e identificado como Manrique “N” fue linchado por pobladores de San Marcos Tlacoyalco del Estado de Puebla, presuntamente por haber secuestrado a un niño; luego de haber sido golpeado salvajemente, cientos de personas le prendieron fuego para acabar con su vida.
De acuerdo algunas versiones, Manrique estaba en una junta auxiliar en dicho poblado, alrededor de las 18:00 horas, cuando fue abordado por un grupo de personas que portaban palos y piedras. La turba lo llevó hasta un campo deportivo donde pretendían lincharlo, presuntamente por haber secuestrado a un niño.
La policía auxiliar logró llegar a tiempo, trasladando al hombre a la comandancia del pueblo en donde estuvo detenido durante varias horas injustificadamente, pues ninguna de las personas que participaron en la riña mencionaban el motivo de la misma.
Aproximadamente a las 09:00 de la noche, trascendió el rumor de que el hombre era un secuestrador de niños, por lo que de inmediato corrió la voz para solicitar a los demás habitantes que se reunieran para hacer justicia.
Luego de esto, los participantes del linchamiento, comenzaron a gritar que no permitirían que la policía se hiciera cargo del hombre, quien fue identificado como trabajador de la empresa de televisión de paga Megacable; sin embargo, no había alguna persona que lo señalara directamente sobre algún caso en particular de secuestro y mucho menos se presentó una denuncia formal.
Tras esto, habitantes tomaron una unidad de la misma policía y la utilizaron para derribar las puertas y paredes de la comandancia, en donde se encontraba detenido Manrique. Una vez que lograron sacarlo, fue brutalmente golpeado con piedras y palos hasta que le destrozaron el cráneo.
Al lugar de los hechos arribaron paramédicos par valorar el estado de salud del hombre pero los pobladores no permitieron que recibiera atención médica y procedieron a arrastrarlo frente a la comandancia municipal, le rociaron combustible y le prendieron fuego.
Consumado el linchamiento, la gente poco a poco comenzó a retirarse. Elementos de la Policía Estatal y Guardia Nacional resguardaron la zona mientras el agente del Ministerio Público realizó las diligencias del levantamiento del cadáver.
Una posible confusión le costó la vida al veracruzano, pues era inocente del delito que lo señalaban. Las autoridades iniciaron la carpeta de investigación correspondiente, descubriendo que el presunto niño secuestrado en realidad había sido llevado al pueblo cercano por sus tíos, sin avisarle a sus padres.