Lo mismo pero más ‘democrático’

Signos

No se tiene ni la más remota idea, dentro de las campañas promocionales, de cómo orientar al potencial votante analfabeto -sobre lo que es el Poder Judicial- para que pueda elegir, entre los cientos de fantasmas de toda ralea enlistados por los jefes de los tres Poderes republicanos federales y estatales, a los que decida, con toda transparencia y absoluta libertad y convicción personal, que deben ser sus Ministros de la Suprema Corte, sus representantes en los nuevos Tribunales de Disciplina Judicial federales y estatales, sus Magistrados de Circuito y de esta y aquella Instancia Administrativa y De lo Mercantil y De lo Familiar y Lo Penal y lo electoral y de quién sabe qué más, también federales y estatales, y a la marabunta de Jueces de la Primera y de la Segunda y de la Tercera y de una y otra Sala y de todo lo habido y por haber y del denso y oscuro limbo constitucional ajeno por completo a la mínima noción de la conciencia popular a la que hoy se convoca -sin ton ni son, porque no se sabe qué diablos hacer con ese mamotreto intraducible- para que, sin saber nada de nada sobre el mismo, lo democratice y no diga después que no tuvo la oportunidad de hacerlo. Un absoluto y descomunal tejemaneje con apariencia de mamarracho, según el cual no puede negarse ni afirmarse ni todo lo contrario, lo que se especula del mismo: lo están usando para controlar todo el Estado. Es decir: lo mismo de antes pero con envoltorio (atole con el dedo) democrático. Y si no es así, pues entonces la hicieron todo lo peor que pudieron haber hecho esa reforma judicial politizada y electoralizada. Es decir: si fue de buena fe, mal, porque nadie se la cree. Y si fue de mala fe, peor, porque eso es lo que parece: una negación absoluta de la Regeneración Nacional.

SM

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