Especial de Estosdías Online.
Varios influencers mexicanos, principalmente las mujeres, se han dedicado a vender productos para bajar de peso, parecer más joven o aclarar la piel, e incluso hasta para “eliminar la cruda”. La mitad de ellos ni siquiera funcionan, de acuerdo a las autoridades sanitarias, y otro porcentaje incluso es peligroso contra la salud.
De acuerdo a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), actualmente se tiene un registro de 108 “productos milagro” que son promocionados por estos “influencers”, de los cuales solo cinco cuentan con los debidos estudios clínicos que respaldan que sus promesas de beneficio son ciertas.
La mayoría de los influencers fueron obligados a dejar de promocionar estos tratamientos, bajo la pena de recibir fuertes sanciones económicas.
Apenas en abril pasado se viralizó el caso de Yeri Mua, una influencer de Veracruz que a mediados del 2021 lanzó un línea de productos bajo el nombre de “Yeri Fibra”, los cuales prometen mejorar la digestión para bajar de peso.
Sin embargo, un doctor se dio a la tarea de analizar el producto de la influencer, concluyendo que se trata de un engaño.
«Dejen de creer que la medicina es magia, esto es un suplemento alimenticio (…) una persona promedio requiere entre 32 y 36 gramos de fibra (…) entonces es fácil obtenerlos de una alimentación balanceada, no es necesario que consuman este producto».
También omprobó que la influencer posee nula formación académica para saber de nutrición, debido a que se ha dedicado como maquillista. Por otra parte, a través de un análisis de etiqueta del producto, encontró que no se sabe dónde se creó la fórmula, algo vital para cualquier producto alimenticio.
No se especifica dónde se hace exactamente ni qué industria se encarga de producirla, solo dice ‘Hecho en México’ (…) además busqué, busqué y busqué y nada respalda tu formación académica para la creación de estos productos»
Lo anterior no fue todo, ya que la influencer afirmó que tenía la aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sin embargo, no se ve dicho registro.
«Busqué la licencia sanitaria de este producto ante Cofepris, busqué y no encontré nada y tampoco en el etiquetado se menciona el número de registro sanitario.
Te das cuenta de lo que estás diciendo? Pareciera que no sabes el impacto que tienes sobre las niñas (…) en primer lugar dices ‘vas a sacar toda la comida al evacuar’, esto no es así», concluyó.
Lo mismo sucedió antes con Bárbara de Regil con su proteína ‘Lovin it‘, otra personalidad de internet fue exhibida por ofrecer un producto de dudosa procedencia.
Ante el incremento de estos “tratamientos milagro”, promocionados por influencers, Instagram y Meta (antes Facebook) anunció una nueva política de contenidos para restringir los posts en los que se anime a los usuarios relacionados con las “dietas milagro”.
Las plataforma indicaron que a partir de mayo pasado se aplicarán restricciones de edad o directamente se eliminarán las publicaciones que traten sobre esas temáticas en ambas redes sociales, según un comunicado del 14 de mayo, consultado por este portal de noticias, Estosdías Online.
Además, cualquier contenido que haga una afirmación ‘milagrosa’ sobre una dieta o producto de pérdida de peso y esté vinculado a una oferta comercial, como un código de descuento, será automáticamente eliminado.
“Las influencers codiciosas que nos venden productos tóxicos tendrán que encontrar otra manera de timar”.
“Es el problema de los Influencers en la actualidad: ya no son un simple tema de diversión inofensiva. Con tal de obtener ganancias, están vendiendo productos basura a sus seguidores, sin importarles el daño que puedan causarles. Los usuarios los ven y dicen: ¡Mira! si consumo su producto voy a verme tan delgada o tan espectacular como ella, pero no toman en cuenta que ese TikToker tiene varias cirugías y abusa de los filtros”, dijo Jameela Jamil, quien protagoniza la serie de culto en Netflix The Good Place, y quien se ha convertido en el azote de los TikTokers y Youtubers, por sus respuestas a los posts que publican.
Jamil (quien será la villana en la nueva serie de She-Hulk) mencionó que en su adolescencia sufrió de trastornos alimenticios por seguir los consejos de una famosa y sus productos de dieta que promocionaba en la televisión. Desde entonces está en contra de ellos.
Jamil también señaló que los influencers de Estados Unidos y México están realizando el “dropshipping” para incrementar sus ganancias. Se trata de una forma de “revender” usando a sus seguidores: la práctica consiste en convencer a sus seguidores de tener una vía rápida y fácil para ganar ingresos, vendiendo online productos de terceros.
“En otras palabras, el influencer te dice: oye, vende mis productos, te los doy a 100 dólares, y tú los vendes a 200 dólares. Tienes mi nombre que te respalda. De esta manera aseguran una venta al mayoreo, pero los estudios han demostrado que no siempre el producto es exitoso, debido a que el influencer mintió y en realidad no tiene demanda, dejando a su revendedor con una gran deuda y producto sin posibilidad de salida”, relató Jamil en uno de sus post al respecto.
Por este tipo de promociones, celebridades nacionales e internacionales han sido objeto de millonarias demandas por parte de usuarios que, engañados, han tratado de perder peso afectando gravemente su salud.
Las hermanas Kardashian, por ejemplo,
en 2012, las hermanas presentaron las pastillas ‘Quick Trim’ que supuestamente aceleraban y hacían más fácil el proceso de adelgazamiento en las personas que lo consumían.
Sin ningún soporte científico, las pastillas se vendieron como pan caliente hasta que el diario estadounidense Business Insider publicó un artículo explicando que la cafeína, principal ingrediente de las pastillas para adelgazar no era segura para consumir de esta forma y tampoco tenía una relación directa con la reducción de peso, basados en la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos.
Ante esto, las Kardashian fueron demandadas por cinco millones de dólares. Sin embargo, aseguraron que ellas no conocían la composición del producto y pidieron que se redujera el valor de la compensación económica.
En México se estima que han sido presentadas 208 demandas en contra de influencers y sus productos milagro, por daños a la salud. Sin embargo, este tema no suele ser dado a conocer ante la opinión pública, debido a que los influencers se han convertido en un redituable negocio para varias personas.